miércoles, 26 de noviembre de 2008

Conociendo a gentes de Hellín:DANIEL SILVESTRE MOROTE

Daniel S.Morote









D. Daniel Silvestre Morote nació en Hellín en 1937. Licenciado en económicas, su vida profesional está dedicada a la administración de sus empresas y propiedades agrícolas.

Presidente de la Hermandad de Labradores y Ganaderos de Hellín, fue ponente de la Comisión Agraria del Sudeste. En 1974 fue nombrado alcalde de Hellín y diputado provincial, cesando en ambos cargos en 1976 como consecuencia de la renovación de la Corporación Provincial y de su elección como presidente de la misma.

De los tres años en que estuvo al frente de la Diputación de Albacete es de señalar el carácter marcadamente político que esta institución adoptó, coincidiendo con la inestabilidad generalizada del país en este periodo. Así, son frecuentes los acuerdos de repulsa contra los atentados terroristas de la época e, incluso, la expresión de disconformidad con algunas sentencias dictadas por la Audiencia Nacional en relación con la aplicación de la Ley de Amnistía. Por utilizar las propias palabras del Sr. Morote ( ... ) lamentablemente, la expresión de estas repulsas se ha convertido ya en una técnica en todas las sesiones, por lo que hay que plantearse si no debe hacerse ya alguna otra cosa, especialmente pedir justicia. En su alocución, señalaba que hacía ya meses había observado que si la paz de España ha de pasar por la amnistía, estoy conforme, pero, desgraciadamente, la amnistía se ha concedido y no ha servido para nada, por lo que procede exigir, más que amnistía, justicia.

En el campo administrativo, lo más destacaba de este breve periodo fue el acuerdo de cesión gratuita de terrenos al Ministerio de Educación y Ciencia para la construcción de un Instituto Politécnico y Centro de Educación Especial.

En 1976 fue elegido Albacetense del año por el diario "La Voz de Albacete", y el 28 de febrero de 1978, a propuesta del gobernador civil, condecorado con la Medalla al Mérito Civil.

Poema” de Eduardo Alonso de su libro ("TicKets de Café") en el 1948

Habeces es bueno leer poesias , en hellín, se ha publicado muchisimo sobre este tema, en diversos medios de comunicación.
Mirando en mí archivo encotre este poema de un vecino de Fuentealamo.

*(1) Por Eduardo Alonso nacido en Fuenteálamo (Albacete), en el año 1898 publicó su primer libro de poemas ("TicKets de Café") en el 1948, con prólogo de Mur-Oti y epílogo de César González Ruano; el segundo "Versas Nuevos”: en 1949 con prólogo del Dr. Marañón; el tercero, "Aire y Ceniza" en 1950, con prólogo de Gamallo Fierros, y por último de reciente aparición "Sólo Ceniza", con prólogo de Dámaso Alonso. Ocupa este poeta comprovinciano un puesto destacado en el resurgir literario de la hora, siendo director de 'Versos a Media Noche", recitales poéticos que han alcanzado notoriedad en toda España.
El porque de mencionarle es pues por sus escritos publicados en nuestra prensa hellinera de aquel entones.
Este es uno de sus poemas de su libro ("TicKets de Café") espero que les guste

Poema
Por Eduardo Alonso (1)

1
SON los pasos de sangre en el silencio
una voz apagada que camina.
Caen las horas de fiebre en el recuerdo
si es verdad que jamás la sangre olvida.
Van los pasos dejando sus señales
en la tierra porosa de los siglos.
Caen las horas muriendo en los paisajes
si es verdad que son polvo los caminos.

2

HACIA el dolor de otro sueño
se me irá la sangre. Y dueño
de mi ceniza enterrada,
seré una llama apagada,
lo que al fin soñando he sido.
Si el olvido
hace posible la vida,
tal vez yo tenga la suerte
de olvidarme de la muerte
bajo la tierra, que olvida...

3

PUDE tu vida llorar
creyéndola solo mía.
Corazón... ¿podré contar
contigo para olvidar,
ya muerto, que te quería?...

4

TIERRA, tierra,
la de los hondos caminos,
de triste pena viajera,
por donde vamos unidos
soñándola y despidiéndola...
¡Y qué fatiga de pasos enamorados, la nuestra,
tras de sus grandes abrazos,
con sus promesas eternas!... Andares de sombra y humo
sin finalidad ni espera.
¡AY que dolor más agudo
pisar, pisándonos, tierra!...

5

LA muerte le conocía
y él no conoció a la muerte
la tarde en que se moría.
¡Ay, dolor en movimiento,
cuando enamora la vida
como el perfume del viento!...
La muerte no sonreía
y él sonrió a la muerte
la tarde en que se moría.

Más noticias sobre el cementerio de nuestra ciudad en 1889.

Nos relataba el semanario hellinero republicano “EL AMIGO DEL PUEBLO” una serie de noticias referentes a nuestro cementerio en el año 1889,

La primera data del 17 de junio, ese día publico un jocoso cometario sobre el cementerio ya que se encontraba en pésimas condiciones.

“Se dice por ahí que el Ayuntamiento de Hellín ha encargado a Cartagena, y que no tardaran en llegar a esta población, una barquichuela para servicio sepulturero, o sea, el carrote de nuestra laguna espiga o vulgar cementerio.
También cuentan que han acordado que en lo sucesivo, los enterramientos en dicho cementerio se hagan por buzos, para cuyo servicio se contrataran a cuatro ó cinco du estos, que prestaran servicio como ayudantes de sepultureros.
Asimismo, se ha susurrado, aunque por nuestra parte no lo creemos, que en previsión de las frecuentes inundaciones que convierten en estanque el susodicho cementerio, sea acordado percibir ciertos números de botes salvavidas para usos de los muertos.
Así que estos rumores nos parecen algo aventurados”.

Pero seguían diciendo:

“El Ayuntamiento conservador ha conseguido modificar el catecismo, que habíamos aprendido entre obras de misericordia estaba la enterrar a los muertos.
Creíamos que en esta materia no cabía ya la perfección, pero nuestros ediles nos han demostrado lo contrario.
Gracias a ellos, hoy dejemos que una de las obras de misericordia es encharcar a los fallecidos.

La segunda de las noticias es de ese verano en la editorial de este mismo semanario decían:
“El miserable corralón donde se alojan los que mueren en Hellín se halla convertido en un miserable lozal.
La fosa común, ese último albergue del que carece de dinero, se encuentran lleno de agua por efecto de las continuadas lluvias y de los materiales que allí surgen, sin alcance siquiera de disminuir los dos obreros que sean encargado de estas operaciones
con un cubo de pozal como único aparato para la operación..
Nos han contado noticias los familiares de los enterrados, un poco escalofriantes ;no permiten que se depositen estos en charcos ; el sepulturero hace una fosa que apenas basta para contener el cadáver ,y en la más pequeñas lluvias el cadáver es descubierto por las aguas y sale a flote.

Otras veces el encargado del cementerio aguarda que se marchen los acompañantes del difunto y cuando esta solo lo echa en la fosa común que esta llena de agua.
Hace unos días , el padre y el tío ,respectivamente , de los dos niños difuntos , se vieron en la obligación de cavar ellos mismos la fosa en donde depositar los cuerpos sin vida de tales criaturas , puesto que el fúnebre se negó a realizarla ,puesto que este empleado del Ayuntamiento ve mas fácil el zambullir a los muertos que el enterrarlos”.

Esto eran unas noticias jocosas sobre lo que ocurría en nuestro cementerio en esos años

Noticia del año 1889 sobre el Cementerio de Hellín

Paseando un día cualquiera del año por nuestro cementerio para visitar a mis familiares difuntos, entrado por la entrada y frente al panteón de la familia José Precioso Roches, me choque con dos nichos en cuyas lapidas contienen unas inscripciones, cuando las leí me llamo la atención, se trata de las tumbas de los hermanos Barrajón.
Eran de Teresa Barrajón Guirados y en la de al lado una simple indicación en la que pone lo siguiente “y su hermano que lo tiene de vecino”.
No puedo creer que al hermano no le pusieran en su lapida el nombre lo único que sabia eran los apellidos, ese hecho me empujo para averiguar el nombre de curioso hermano.
Cuando estaba en mí etapa en la capital (Madrid), mirando en una hemeroteca para investigar otros temas, me equivoque al imprimir cierta información y me aparecieron periódicos hellineros de antaño los cuales me sirvieron ¡Bendita equivocación!
Ese hecho insólito me ayudo para saber el nombre del hermano, se trataba de Don Cristóbal Barrajón Guirados él cual fue un edil conservador de este Ayuntamiento cuando lo regia como Alcalde Antonio Falcón Velasco.
Esto lo pude saber gracias a una información que salio publicada en un semanario de esos años en concreto de un año antes 1888, este semanario era “El Amigo de Pueblo”.
Era una persona muy arraigada a nuestra Semana Santa así, pude dar con el nombre que en la lapida no esta puesto.
En otro semanario llamado “El Defensor de Hellín” decía:

“En la procesión del Sagrado Corazón se verificaba que nuestro hombre en junio, habría la marcha con el estandarte de la Asociación seguía una doble fila de señoras y caballeros.
El ostentaba la presidencia de los caballeros, lo ultimo que pude saber fue que tenían con el que fuera teniente alcalde Cristóbal Espinosa y del también conocido fotógrafo conocido por Gespi

Otra crónica extraída de la Revista MACANAZ realizada por dos geniales hellineros

Claro esta que siempre miro en mi archivo de notas que tengo en donde encontré este escrito con titulo “Don Javier Rodríguez de Vera y Rodríguez” realizado por los hellineros Antonio Millán Pallares y Emiliano Martínez, este último era por aquel entonces el cronista de la ciudad.
Yo tuve la suerte de conocer al primero a D. Antonio Millán Pallares pues era jefe de una de mis hermanas.
Este es el artículo en cuestión es de la revista literaria MACANAZ:
:
“Don Javier Rodríguez de Vera y Rodríguez” por Antonio Millán Pallares y Emiliano Martínez

Sin pretender agotar el tema, sino más bien para animar a otros, nos acercamos a la figura prócer de don Javier. Cierto es que hemos procurado allegar el mayor número posible de datos, pero éstos y los documentos acumulados son, por desgracia, a todas luces insuficientes pata precisar con perfiles definidos esta Ligara que mas parece de leyenda. Muchas personas ano le recuerdan, y otras pueden tener datos escritos que añadir a los nuestros. Bien quisiéramos acuciar a todos y, entre unos y otros trazar su biografía definitiva.

Los datos capitales de este intento biográfico están tomados del semanario carlista barcelonés «Juventud», y fueron publicados una semana después de la muerte de don Javier. Las fechas de los ascensos y cruces están contrastadas por nosotros con los documentos auténticos. Las anécdotas, de labios de algunos de los que le conocieron, o de las pocas cartas llegadas a nuestras manos. Lástima grande que la mayor parte de la correspondencia se haya perdido. La guardaba celosamente, pero él mismo la entregó a manos extrañas y salió de Hellín con el caudal ingente de noticias que atesoraba.

Don Javier es héroe de leyenda. Figura destacadísima en la segunda guerra carlista; curtido en cien batallas en Cuba, Santo Domingo y Filipinas; viajero infatigable, para el que son paseos sin importancia ir a Londres, Roma o Nueva York; figura romántica en los salones de la Corte y de la nobleza; dos veces religioso en cartujas francesas y una en la austerísima Trapa; portador de c embajadas personales y secretas del rey don Carlos ante S. S. el Papa Pío IX. Todos éstos, y muchos más, serían cuadros de deslumbrante colorido si pudiéramos reconstruirlos a la luz de documentos que desavenencias familiares aventaron de Hellín en vida de nuestro héroe.

El artículo a que aludimos antes y el que dedica a don Javier la "Enciclopedia Espasa" contienen algunos errores. Don Javier no nació en Hellín, como siempre creímos. El libro 43, folio 150, de bautismos, de la Parroquia de la Asunción inserta las partidas de él y de sus hermanos José y María de la Piedad como nacidos en Orihuela, y trasladadas al archivo de Hellín e insertas en él a petición de su pudre, que desempeñaba importante cargo en el Correo Real en Alicante, y tal vez en Orihuela (1).

Nació en esta ciudad el dia 3 de mayo de 1838, y fué bautizado ese mismo día en la Santa Iglesia Catedral, imponiéndosele los nombres ríe Francisco Xavier José de la Cruz Ramón Filomeno. Fué hilo legítimo de don Francisco Xavier Rodríguez de Vera y de doña María de Jesús Rodríguez Valcárcel, ambos de Hellín. Sus abuelos paternos fueron don Mariano Rodríguez de Vera López Guerrero, también de Hellín, y doña Manuela Salinas González Guiroil, natural de Florencia, y abuelos maternos, don Manuel Rodríguez Cebrián y doña Teresa Valcárcel Salazar. Doña Teresa actuó de madrina en el bautismo. Todas eran familias ilustres. De la familia Salinas se ha ocupado repetidas veces en estas mismas columnas el R. P. Juan Meseguer, O. F. M. La buena doña María Jesús Rodríguez era conocida en Hellín y sigue siendo recordada como doña Mariquita la Pelá, haciendo alusión a su apellido, que no arrastraba el Vera de su esposo, aunque no por esto menos ilustre. Esta señora fué durante muchísimos años Camarera de la Santísima Virgen del Rosario; le ayudaba su nieta doña Remedios Marín, que tras muchas vicisitudes y curiosos altercados, heredó el cargo. Nombrada Camarera en 1906, lo fué hasta su muerte en 1950.

No sabemos si por propio impulso o por deseos familiares, abraza nuestro biografiado la carrera de las armas. Por un despacho que firma don Javier de Azpiroz y Jalón, es nombrado Caballero Cadete supernumerario interno del Cuerpo Nacional de Artillería, con opción a plaza de número, que obtiene el 29 de noviembre de 1855, contándosele la antigüedad en el servicio desde el 3 de agosto de 1852, o sea a los catorce años de edad.

El 12 de septiembre de 1856, se le nombra Sub-brigadier por «su juiciosa conducta, talento, aplicación al estudio y amor al servicio nacional". La Reina Isabel II firma un Despacho el 1 de septiembre de 1857 para el ingreso en La Escuela de Aplicación de Artillería, y firma otro el 27 de noviembre del siguiente año, en que se le nombra Subteniente alumno de dicha Escuela. Este Despacho lleva también la firma de 0'Donnell. Por fin, el 27 de julio de 1859 firma doña Isabel en el Palacio Real de Han Ildefonso el nombramiento de Teniente de Artillería.

Servía en el 5.º Regimiento de Artillería a pie cuando surgió la célebre anexión a España de la República de Santo Domingo. El ardor patriótico y guerrero de don Javier impulsóle a solicitar un puesto en el ejército de ocupación de la isla mencionada. Juntamente con el permiso solicitado se le concedió el grado de Capitán en 11 de marzo de 1862. En Santo Domingo combatió bizarramente contra los enemigos de la patria, distinguiéndose por asar heroísmo y arrojo en los sitios de mayor peligro, a la par que por su pericia y por sus disposiciones habilísimas". Puso de relieve estas dotes excepcionales de soldado valeroso y estratega insigne e inteligente en las victorias de Bay, Sabana-Buey, Montechristi, Laguna Verde. Por su comportamiento en los hechos de armas de febrero de 1863, se le concede la Cruz de la Orden de Carlos III.

Al llegar aquí podemos abandonar un poco la sequedad de documentos fechas para acercarnos más a la figura de nuestro héroe. Sabemos por sus contemporáneos que era extremadamente jovial. Su entusiasmo por los toros era locura. En las corridas, "voceaba como el que más». Era tan grande su afición a la Fiesta Nacional, que al despedirse de sus familiares para ingresar en un monasterio trapense, les dijo que ase detendría en cuantos lugares a su paso hubiese corridas». Con motivo de un cambio de guarnición, sus compañeros le dedican unos versos "al despedirse de nosotros a bordo del vapor "Infanta Isabel", que si no añaden gloria a la poesía española, sí reflejan lo que debió de ser nuestro héroe. "Jamás olvidar podremos-ese carácter jovial,-ese corazón sincero, notoria bondad-y esa amistad sin ejemplo».

La gloria militar y el aprecio de todos le rodeaban. Pero la causa por la que luchaba le parecía pequeña. Las intrigas y revoluciones de la Corte llegaban a Cuba y Santo Domingo, en donde nuestros soldados trataban en vano de mantener erguido y limpio el pabellón de España, que se agitaba va con vientos de huracán. Sus cartas hablan de la presencia un poco intranquilizadora de armadas extranjeras' en aquellas aguas: Los chispazos se suceden y don Javier nota; que no tienen réplica adecuada. Desea dejar aquello. Pregunta xi está en Madrid un general amigo suyo, "porque se me figura que voy a probar a pedir también licencia ilimitada para poner al Gobierno en el compromiso de decirme que no». Con otros compañeros firma un manifiesto de adhesión al Cuerpo de Artillería después de los sucesos de Madrid de 22 de junio de 1866.

Don Javier está lleno de ardor patriótico, pero tiene el corazón rebosante de angustias y soledades: "ya estoy cansado de estar solo--escribe a su madre-y no tener quien me llaga mismos". Es la primera vez que apunta el deseo de casarse, que repetirá muchas veces, pero que no realizará nunca. Su situación económica es apurada y debió de serlo mucho por aquel entonces la de su familia. Se priva hasta de cosas necesarias para enviar medicinas a su madre, y reprende a su hermana Manuela porque le hace encargos que juzga dispendios en aquella situación. Cree que es un lujo la máquina de coser que le encarga, y cuando, en otra carta, le dice que le envíe un reloj, le contesta que no hace falta, ya que el de la iglesia de Hellín es muy grande y hermoso, y se ve y oye muy bien, y menos necesario que las medicinas.

Al regresar, por fin, a la Península, fué destinado al 4.º Regimiento Montado de Aitillería, de guarnición en Madrid, en el que permaneció hasta 1871.

Al año siguiente marcha a Burdeos para ingresar como novicio en la austerísima Trapa. No sabemos nada de los motivos que le impulsaron a dejar el mundo. Ya en la vejez, sentado al piano, improvisaba canciones burlescas, y en algunas hacía alusión a su ingreso en la Trapa. El día anterior a su marcha, decidido, por fin, a ser religioso, asistió a una representación de ópera en el Real, y muy galante, envió a la "prima donna" una rosa ; al levantarse el telón observó la flor en el pecho de otra, y años más tarde cantaba al piano: "cansado de un desengaño, en la Trapa me metí; allí estuve más de un año y ninguna fué a por mí".

En efecto, estuvo en la Trapa año y medio, y al proclamarse la República sintió hervir su sangre en el amor más puro a su Dios y a SU Patria, y ofreció sus servicios a Don Carlos para combatir la anarquía y la iniquidad y defender el orden y la justicia.

El General Lizárraga confirióle el mando de la sección de Artillería de Su División, vacante por la muerte de don Domingo Nieves.. En todas las acciones de guerra que se dieron en el Norte tomó parte don Javier. Como todos los capítulos de la biografía de don Javier, quedará incompleto este de su actuación en las guerras carlistas. Y es el más interesante y al que consagró él lo mejor de su vida y del que guardaba los mejores recuerdos.

En el Sitio de Tolosa, defendido por cl General Loma, fué tal su valentía, y de tan seguros efectos sus disparos, que al oír el estampido del cañón y ver el destrozo causado por la metralla, exclamaban los del ejército contrario: "Ese que dispara es Rodríguez de Vera." Luchó por sofocar la sublevación del célebre Cura Santa Cruz y combatió con denuedo en Velabieta hasta que agotó todas las municiones.

Los documentos más antiguos denotan la pobreza e improvisación del Ejército Carlista. Simples hojas de papel de barba, sin membretes ni sellos. El primero referente a don Javier, lleva la firma del General Joaquín Elio. Se trata del nombramiento de Teniente Coronel del Arma de Caballería. Por si alguien tenía duda de la autenticidad del documento, añade U?] párrafo que "cuando las circunstancias lo permitan, se les expedirá el correspondiente (despacho) en debida forma". Estella, 26 agosto 1873.

La primera vez que se cita a don Javier como perteneciente al Cuerpo de Caballería es en un despacho firmado por e] Rey Don Amadeo. "atendiendo a los servicios y méritos de vos, el Teniente Corone] Graduado, Comandante de Ejército, Capitán de Artillería don Francisco Javier Rodríguez Vera N' Rodríguez, Vengo en confirmaros en el empleo de Comandante de Caballería que os confirió el Capitán General de la, isla de Santo Domingo, en virtud de las facultades que tenía concedidas... !- en recompensa del comportamiento que observasteis en la acción dada el trece y catorce del citado octubre (1863) en el Río de Santa Cruz de Llamasa..." Algún técnico podrá explicar la anomalía que para los profanos se advierte en las escalas de nuestro biografiado. En un despacho que firma el General Prim, en nombre del General Serrano, Regente del Reino, sólo es don Javier Capitán de Artillería de la Escala General del Cuerpo en la Península. con antigüedad de 16 de agosto de 1866. "que es la que disfruta el fine le sigue inmediatamente en la expresada Escala". Firmarlo también por los generales Serrano y Prim, se concede "al Comandante de Ejército Capitán de Artillería don Francisco Rodríguez de Vera y Rodríguez el grado de Teniente Coronel de Ejército".

Hecho este paréntesis, volvamos a reanudar el hilo de nuestra narración, interrumpido en plena guerra carlista. Lo dejamos colaborando activamente en sofocar la rebelión del Cura Santa Cruz. Por ese hecho se le concede el 17 de enero de 1874 la Cruz blanca de Mérito Militar de 2.ª Clase. E?, 25 de febrero de 1874 acudió a la línea de Somorrostro, dirigiendo la artillería de Guipúzcoa y Alava.

Los días 25, 26 y 27 de marzo luchó contra el Capitán General- Duque de la Torre y contra el General López Domínguez en la batalla de San Pedro Abanto, donde cayó gravemente herido después de haber ocupado el cerro de Buenavista. Esta acción heroica Re premió con la ('laca Roja le la Orden del Mérito Militar.

Su valerosa conducta en el asedio de Bilbao le valió el grado de Coronel y la Medalla de Vizcay. En agosto de 1874 se encarga del mando de la 3.ª Ratería, Montada, que se componía de ocho cañones Withwort de siete centímetros. Por entonces se le concede la "Real y distinguida Medalla de Carlos VII de plata por el celo que habéis manifestado hacia la Religión y hacia Nuestra Persona"..., «dado en Mi Real de Tolosa, a 20 de septiembre de 1875". Firmado: Yo el Rey.

En el célebre sitio de Irún dirigió la batería de Ibayeta. Tres días llevaba de fuego cuando un casco de granada le hirió gravemente en la cabeza. "Por los servicios prestados en el ataque de Irún", se le concede la Cruz Roja de 2.ª a Clase de Mérito Militar. Recordamos haber leído una carta suya dirigida, a: su padre, en la que le invitaba a ir a Irún para presenciar la batalla que se avecinaba; tenía datos curiosísimos fine revelaban su carácter y espíritu aventurero, y lamentamos no poder transcribirlos en este intento biográfico por falta de precisión en nuestra memoria.

No completamente restablecido, volvió a la lucha, distinguiéndose en el sitio de Guetaria.

Desde el Real de Tolosa le envía Don Carlos, en despacho que firma "El Cura del Pinar", un real despacho por el que se le nombra Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.

El 5 de octubre de 1875, "atendiendo al mérito N especiales servicios prestados por e] Coronel de Caballería, Jefe de In Tercera Batería Montada de Artillería, don Francisco Javier Rodríguez de Vera, vengo en promoverle a] empleo de Brigadier de Mis Reales Ejércitos. Dado en Mi Cuartel Real de Estella, a... Yo el Rey".

Desde el cuartel real de Valcarlos se le nombra, en 27 de febrero de siguiente año, Mariscal de Campo «por los buenos servicios y particularmente los méritos fine contra jo en la acción de Mendizorrozt el 29 de enero. En la misma fecha le concede el Rey la Gran Cruz Roja del Mérito Militar.

En el artículo del semanario "Juventud" a que aludimos al principio, se leen estos párrafos ded icados a la acción de Mendizorrozt: "Las dos herirlas que recibiera y las fatigas que el luchar incesante le produjeron, quebrantóle en demasía su salud razón por la que obtenida la licencia de su Rey, se marchó al extranjero con ánimo de tomar unas aguas minerales que los médicos le habían recomendado. Al reincorporarse a filas fué ascendido a Brigadier con destino en Guipúzcoa."

"Eran los días últimos de enero de 1876, cuando nuestro nunca bien llorado don Javier Rodríquez de Vera, dirigía al Conde de Caserta en Estella el siguiente telegrama: "Por confidencia segura que acabo de recibir del Comandante Mugarza, he sabido que cl enemigo se propone romper mi línea en la madrugada de mañana. Ruego a usted ordene que se me refuerce, pues dicen que el General Morales, encargado de aquella operación, dispone de doce mil hombres y yo no tengo mas que los Batallones 5.º y 6.° de Guipúzcoa."

"Aunque se le mandaron algunas fuerzas más, las que pudo reunir eran muy desproporcionadas respecto a las fuerzas liberales. No obstante, el valiente Brigadier colocó con tal acierto sus baterías y dividió su gente con tal maestría, que tras el rudo combate y empeñada lucha, por ambas partes quedaron las tropas carlistas, que sólo contaban con tres batallones, coronadas con el triunfo de Mendizorrozt, donde quedó derrotada retada la División del General Morales de los Ríos. :por esta razón telegrafió en seguida a] mencionado Conde en estos términos: "Enemigo rechazado en la línea de los fuertes con sensibles pérdidas. Liberales entraron dispersos en San Sebastián y ordené Jefe Ratería arroje sobre Capital todos los proyectiles disponibles para completar su derrota."

Otro se hubiera, llenado de legítimo orgullo, pero e] inquieto don Javier, con un alma que no le cabía en el cuerpo y lleno todo él de entusiasmo patriótico y más aún religioso, que en sus años de cartujo y trapense había aprendido a valorar las cosas y atribuir a cada uno su mérito, no se enorgulleció con el triunfo. En el parte que envió al Comandante General de Guipúzcoa relatando el triunfo obtenido, terminaba con estas cristianísimas palabras: "Orgullo necio sería e n mí el atribuir el triunfo obtenido a 1 las disposiciones que yo haya podido tomar...: atribuyamos estas y otras victorias a la innegable y visible protección que nos dispensa Aquélla, a quien el Rey (N. S. Q. D. G.) nos ha dado a reconocer como generalísima de sus Ejércitos. Hagámosnos dignos de ella; procuremos que nuestras fuerzas estén en armonía con los principios que defendemos y entonces tendremos la seguridad de obtener el triunfo que deseamos, lo mismo después de una gran victoria que después do una gran gran derrota."

Hasta hace pocos años se conservaba en Hellín una hermosísima bandera horda da por las religiosas de la Compañía de María riel Colegio do Vergara, que por el anverso ostentaba una imagen de la Inmaculada por el reverso la, de San Ignacio de Loyola. Cuando don Javier regresó a España definitivamente después de emigraciones, viajes y embajadas, pasó la frontera llevándola oculta cosida al capote. Hace algunos años fué regalada por sus familiares a un musco carlista que estuvo primero en la Santa Casa de Loyola y ahora en San Sebastián.

Al terminar la guerra emigró a Francia. Entonces se dedica de lleno a una de sus grandes pasiones: los viajes. Recorre Europa, América y Oceanía. Tal vez sea en estos años cuando visita repetidas voces al Santo Padre llevando embajadas personales de su rey. Muchas veces contaba en su vejez sus repetidas y confidenciales visitas a- Pío IX. De sus viajes volvía colgado de cuanto encontraba. Sobre todo animales, que eran su afición más extraordinaria. Ya en los tiempos de su estancia en Cuba y Santo Domingo, no perdía ocasión de mandar a sus padres a Hellín y Sierra, perros, monos y papagayos, y no hay carta en que repetidas voces no se interese por los que dejó antes de partir. De Filipinas trajo un caimán disecado, que ató con una cadena a la escalera de su casa en Hellín que ocupaba el solar de la actual casa de Correos en la calle de Macanaz. Lo colocó allí apara asustar a los chiquillos": pero éstos perdieron pronto el miedo y jugaban con e] reptil hasta sacarle los ojos de cristal. De sus varios viajes a Tierra Santa volvió cargado de reliquias, que se conservaron en la iglesia de Sierra, hasta la guerra civil.

En el destierro sufrió penalidades y humillaciones. Su misma familia no comulgaba enteramente con su sentir político, pero él mantuvo hasta el fin los postulados de su credo. Al regresar a España fué llamado por la Reina Doña María Cristina a Palacio para reconocerle los grados que había obtenido en e] Ejército carlista, pero el contestó con hidalga entereza "Señora, un militar no debe de servir más que a un rey." Ni las más grandes y poderosas influencias le hicieron doblegar.

De la herida que recibió en Irún no curó completamente y fué perdiendo la vista hasta quedar completamente ciego, desgracia que llevó con admirable y cristiana entereza.

Sus últimos años los pasó en Hellín y en su finca del Prao. Gran devoto de la Orden Franciscana, acogía, en su retiro a los jóvenes religiosos de Jumilla y Orihuela que enecesitaban el aire del campo. Entre ellos, pasó una gran temporada con don Javier el P. Rufino Anchia, que más tarde había de morir asesinado en Hellín el año 36. A don Javier se debe la restauración del convento de franciscanos de nuestra ciudad. Desde la exclaustración. estaba deshabitado el convento de Nuestra Señora de los Angeles, de Hellín. Los años y los hombres amontonaban ruinas sobre ruinas y sólo velaba incólume la prodigiosa Inmaculada de Salcillo que el año 36 había de desaparecer por manos sacrílegas. L a huerta del convento vino a parar a manos de don Javier, y éste dispuso? por los años de 1908 a, 1910, por escritura al Rvdo. P. Provincial Miguel Martínez, que la huerta pasase a mano de sus legítimos dueños a condición de que el usufructo de dicha huerta lo apercibiera e: Asilo hasta que estuviera establecida de nuevo en Hellín la Orden
En los últimos años intensificó la vida piadosa y era edificante verle asistir a las vigilias de la Adoración Nocturna. Completamente ciego, permanecía en oración extática toda la noche en íntimos coloquios con Dios. Por fin, a los setenta y cinco años de edad, murió el 16 de enero de 1913.


NOTAS:

(1) En la partida de un hermano de don Javier aparece su padre como "capitán retirado de Milicias

Noticias de relevancia en 1957

La sección de la “La Voz de Albacete” llamada “La Voz de Hellín” publicaba dos noticias de alta relevancia, la primera es:

“Se presenta la convocatoria de los carteles de Semana Santa, la cual había convocado la junta de cofradías, a su vez patrocinado por el Ayuntamiento de esta ciudad en donde se concedía en el primer premio 5000 pesetas, al segundo 2000 y dos accésit de1000 al terceros premiado”.

La segunda noticia es la de un enlace matrimonial, la cual era de sociedad ó sea de “pedigrí”.

“En nuestra Señora del Rosario, a las 11 horas de la mañana del día 27 de diciembre, entre la señorita Maruja López con Don Agustín Olmo Rodenas, un intachable contable de la empresa Cementos Alba de Madrid,
Los que apadrinaron dicho acontecimiento fueron los señores Alarcón Palacios.
El evento se celebro en la más intimidad por luto del novio, el feliz matrimonio salió rumbo a varias capitales, de paso por Madrid en donde fijaran su residencia.
Felicitamos a la feliz y flamante matrimonio y deseamos que sea eterna su luna de miel

Fallece Don Enrique López Serrano en 1957

Dentro del periódico Albaceteño “La Voz de Albacete” que dirigía nuestro paisano Antonio A. Balsalobre, publica en la sección “La Voz de Hellín” la triste desgracia de la muerte de Don Enrique López Serrano.

“Fallecía Don Enrique López Serrano en nuestra ciudad, tras una penosa enfermedad ,la cual soportaba con una gran entereza y resignación al que dieron los auxilios espirituales.
Eran una persona muy apreciaba por la gente de esta ciudad, en la cual gozo de grandes simpatías en todos los entornos sociales.
Un hombre trabajador, bueno y él cual supo crear un hogar cristiano y que gozaba con el cariño y lo más importante el respeto de la gente hellinera.
Al entierro acudió una gran manifestación de duelo como no con sus familiares encabezando el cortejo fúnebre, diversas personalidades del instituto nacional de previsión, en la cual estaba ostentada por el Ministro de Trabajo.
Reciban sus apenados familiares nuestra más sentida condolencia ¡ Descanse en paz!

Mariano Rodríguez de Vera, el Convento de los Franciscanos durante la guerra de la Independencia

“Son partes de la ciudad, en primer lugar, la familia, que, para ser perfecta, se compone de marido, mujer, hijos y servidumbre; luego, el pueblo, que es como un i colonia derivada de la casa, y la perfecta asociación de muchos pueblos forma la ciudad, que se juzga perfecta cuando se basta a si misma y tiene en si todos los medios, no sólo para las necesidades de la vida, sino aun para las artes liberales. Y, aunque los hombres son sociales y tienden a reunirse para vivir juntos, las ciudades no se fundadaron sólo para vivir, sino para vivir bien”

L. G. de SEPÚLVEDA, Del reino y del oficio del rey, I-VI


Mi distinguido amigo y como si hubiese sido mí profesor en esta andanza de las letras Don Antonio Millán ha exhumado una brillante página de la historia hellinera al señalar en rápida ojeada la contribución económica de la villa y su comarca al sostenimiento del ejército español durante la guerra de la Independencia. (I). El azaroso sexenio que corre desde 1808 a 1814 constituye un riquísimo despliegue de vitalidad y heroísmo insospechados. Nos subyuga el gesto gallardo de nuestro pueblo al levantarse con impulso viril e indomable contra el vencedor de Europa. Y acaso no paramos mientes en el esfuerzo económico, prosáico pero indispensable para el mantenimiento de los hombres en campaña y en si mismo expresión de heroísmo cotidiano, con aire gruñón si se quiere, que hubo de realizar al mismo tiempo el pueblo español.

Los documentos que a continuación traemos a las páginas de este blog son de MACANAZ nos desvelan un detalle de esa cooperación económica de HELLIN, atendiendo a las necesidades de los enfermos del Hospital militar que se instaló en el convento de San Francisco, que, como tantos otros a lo ancho y largo de la geografía peninsular, se transformó de refugio de oración y estudio en centro sanitario.(2).

Los dos primeros documentos se refieren exclusivamente a D. Mariano Rodríguez de Vera. Descendiente de ilustre familia, hizo los estudios filo sáficos en el Colegio de la Purísima que la Orden Franciscana tuvo abierto por más de un siglo en la ciudad del Segura. Para mayo de 1802 había cursado tres años de Filosofía "con aplicación y aprovechamiento", según testimonio firmado por el Rector y Profesores del mencionado colegio. Cuatro años más tarde casó con dona Manuela Salinas, sobrina-nieta del conde de Floridablanca y del que era al tiempo de la boda en 1806 obispo de Tortosa, P. Antonio José Salinas. (3).

Al producirse el alzamiento de España contra Napoleón, Rodríguez de Vera era regidor de Hellín. Pero por turbulencias acaecidas aquellos días el corregidor le depuso juntamente con otros colegas suyos. Empero, la Junta Suprema, a la que recurrieron los depuestos, mandó fueran restituidos en el disfrute de sus cargos, despidiendo "con honor" a los nombrados por el corregidor o alcalde. La Junta puso a Rodríguez de Vera la condición de obtener de la Real Cámara, tan pronto las circunstancias bélicas lo permitieran, la confirmación de su título. Algunos años después aun no la tenía, por lo que sus émulos le discutieron el derecho al disfrute de su cargo. ¿Resentimientos de los años de la guerra, que, pasada la tormenta, afloraron a la superficie?

El hecho es que Rodríguez de Vera fué durante la guerra alférez mayor del Ayuntamiento. Correspondíale, pués, el honor y la obligación, no sé si electiva, creo que sí, de llevar el pendón de las milicias municipales.

A su cargo oficial se debe que conservara los recibos de gastos del hospital y el acta notarial que publicamos. Los documentos pasaron a sus herederos, siendo el último la ilustre dama hellinera, doña Remedios Marín que conoció en su niñez a su bisabuela, la mujer de don Mariano. Doña Manuela Salinas González de Guiral murió de más de noventa años, después del año 1876. Doña Remedios conservó los documentos en su archivo y gentilmente me los regaló con otros referentes a la familia Salinas, en julio de 1946.

En el acta notarial que hemos mencionado más arriba, se inventarían los objetos de plata que el 25 de marzo de 1810 entregó un franciscano a Rodríguez de Vera. Fr. Juan Llavero, que así se llamaba el religioso, no sabemos si era de Hellín o de la provincia de Cartagena. Ciertamente era uno de aquellos frailes que con su ejemplo y palabra movieron al pueblo contra el invasor. Tenía que ser un guerrillero. No se explica de otra suerte que se hiciera cargo, en tiempos de caminos tan poco seguros, del transporte de objetos preciosos tan codiciados del invasor. Menos aún que se encargara de custodiar a un soldado enemigo pasado a nuestras filas. Fr. Juan debía ir al frente de una partida de soldados. Las alhajas fueron transportadas desde Orcera, provincia de Jaén, a Hellín. Los objetos, todos de sacristía, procedían de una iglesia-¿de Orcera mismo?-y por el lamentable estado de alguno de ellos ya hablan sufrido los efectos del pillaje o los desastres de la guerra.

En el hospital militar de San Francisco, habla el 5 de marzo de 1809, cincuenta enfermos y diez empleados, y el 7 del mismo mes y año igual número de empleados y cuarenta y ocho enfermos. Los recibos son en total treinta y nueve. Menos siete, todos llevan arriba: Hospital militar de San Francisco, y son, del bizcocho (15), del vino (16) y del chocolate (I) servido para los enfermos. Por los tres recibos del carbón sabemos que hubo en Hellín arrestados oficiales en febrero de 1811, y por dos de bizcocho y dos de azúcar de febrero de 1809 que estuvo acantonada en la villa la tercera compañía de los Reales Guardias de Corp.

El último documento, un recibo también, prueba que los franceses estuvieron en Hellín en julio de 1812. Mariano Rodríguez de Vera contribuyó con dos sacos de trigo al suministro de las tropas napoleónicas


I

La Junta Suprema repone a D. Mariano Rodríguez de Vera, en el cargo de regidor de Hellín

Murcia, 21 de diciembre de 1808

Real Despacho, fecho en la ciudad de Murcia por la Junta Suprema en 21 de diciembre de 1808.

Artículo I. :Que se separen del Ayuntamiento de la Villa de Hellín los regidores nombrados por el corregidor despidiéndolos con honor, quedando en el Ayuntamiento, D. Juan Guerrero y D. José Rodríguez como propietarios y agregándose a estos D. Mariano Rodríguez como Alférez Mayor, D. Benito de Moya Abellán, D. Francisco Sierra y Marín y D. Manuel Rodríguez como propietarios que ya tienen abonados los derechos de valimiento y confirmación los que servirán sus empleos con sus honores y prerrogativas y bajo la cualidad de que los dichos D. Mariano y D. Manuel pondrán corrientes sus títulos y despachos de la Cámara a la posible brevedad, luego que estén expeditos los tribunales del Reino

Es copia a la letra del original

II

Francisco Ortiz alega en pro del derecho que Rodríguez de Vera
tiene a una regiduría es el Ayuntamiento de Hellín y a que no
le molesten por no haber obtenido aun el despacho de la Cámara.

Francisco Ortiz en nombre de D. Mariano Rodríguez de Vera, vecino y rexidor perpetuo de la villa de Hellín ante V. A como más haya lugar en derecho digo:

Que a virtud de recurso hecho por D. Manuel Rodríguez Cebrián se ha emplazado a mi parte para que presente el titulo en virtud del qual ejerze en aquel Ayuntamiento su oficio propietario de Alférez Mayor y en su virtud debo hazer presente que habiéndose despojado a mi parte y demás regidores por las turbulencias del año de ochocientos ocho, recurrieron a la Junta Superior del Reyno que por entonces egerzía la soberanía y se les mandó restituir vajo la qualidad de que a la mayor brebedad y luego que estubiesen expeditos los tribunales del Reyno pusiese mi parte corriente el titulo o despacho de la Real Camara según consta del testimonio que en debida forma presento y juro. En cumplimiento de esta obligación se posesiono mi parte en su empleo de rexidor y deseando cumplir con la condición que se le puso, luego que se instaló la Junta Central en el Real Sitio de Aranjuez y por consiguiente se habilito la Real Camara, principio a practicar en ella las diligencias correspondientes para obtener el real despacho; mas antes de concluirlas por los acontecimientos de la guerra es pública su traslación a la ciudad de Sebilla, donde tubo que principiarlas de nuebo y quando ya estaban finalizando OCUrrio la imbasion de las Andalucias que por algún tiempo suspendió el giro de los Tribunales: por estos acontecimientos no pudo mi parte conseguir el despacho del real titulo sin embargo de los crecidos desembolsos que ha tenido para obtenerlo, pues en cada interceptación ha hecho nuebos costos y tenido que principiar las diligencias.

En este supuesto y que el Ayuntamiento jamas ha dudado ni debido dudar de la propiedad del oficio en mi parte, no ha acelerado el curso de las diligencias que nuebamente está practicando porque nunca se pudo imaginar que por parcialidades y resentimientos particulares se le había de demandar y poner en duda la propiedad de su oficio, pero ha hecho muy particular encargo para que se le de el curso mas brebe que pueda ser, y no extrañara el Real Acuerdo que se demore algun tanto por el atraso de los correos que impiden una comunicación seguida y hacen dilatar los negocios, pero cree mi parte se le remitira la Real Cedula de Confirmación. A vista de los expuesto conocera el Real Acuerdo que no ha estado en culpa de mi parte la morosidad en obtener la real cedula pues para ello ha practicado las debidas gestiones y no le parece regular que se le pribe del goze y posesión en que se haya (sic) del referido su oficio sin que antes le señale un término suficiente en el qual con arreglo a la retardación de los correos pueda concluir las diligencias y obtener el Real Despacho.

Por tanto y a fin de que a mi parte no se ocasione el desaire de quedar despoxado de su empleo suplico a V. A. que habiendo por presentado el referido testimonio se sirba conceder a mi parte al menos el término de seis meses que conceptúa suficiente para concluir las diligencias y que en el no se le incomode en la posesion en que se haya (sic) del referido su oficio pues asi es justicia que pido costar (sic) etc. y juro.


III
Fr. Juan Llavero, O. F. M., hace entrega a Mariano Rodríguez de Vera
de dos cajones con objetos de plata

Hellín, 25 de marzo de 1810 (4)

En la villa de Hellín a veinte y cinco de marzo de mil ochocientos diez: Dn. Juan Llabero, religioso de Sn. Francisco, comisionado para la entrega de dos cajones con plata a virtud de competente pasaporte, dado por el Sr. D. Gregorio Saldaña de Sotomayor, teniente coronel de los reales ejércitos y comisionado en asuntos del real servicio por el Sr. General en Xefe del Ejército del Centro, su fecha en Orcera a diez y ocho del corriente, estando en presencia de mi el escrivano de S. M del número y ayuntamiento de esta expresada villa, abiertos que fueron dichos dos cajones, hizo formal entrega al Sr D. Mariano Rodríguez de Vera, Alferez maior perpetuo de este Ayuntamiento y Regente de la Real Jurisdicción ordinaria de esta nominada villa y su partido, de la plata que contenta y lo fué la siguiente:

Primeramente se abrió un cajón, el más mediano, de madera de pino y se fué inspeccionando y entregando dicho Señor Regente de la plata que contenía Siguiente:

1. Una cruz de parroquia de plata; 2, diez piezas de lámparas, untadas de aceite, chafadas; 3, quatro candeleros de plata con sus fundas interio res de madera empegotadas de sera; 4, un plato para vinageras; 5 una pieza de una cruz; 6, un pie de candelero con funda de palo y barrote de yerro, todo esto corresponde al cajón de madera y ha viendo echo repeso de la relacionada plata resultó haver y existir tres arrobas y trece onzas, cuya plata se debolbió a entrar en el cajón que quedó en poder del citado Sr. Regente.

Acto continuo se abrió el otro cajón chupeteado de tachuelas y se sacó y resultó de él las piezas de plata siguientes:

1, Una custodia de plata sobredorada, adornada de flores de papel y piedras de colores con un tornillo o bareta de yerro; 2, varias piezas de lámpara, chafadas; 3, una cruz parroquial con varreta de yerro; 4, ana taza de lámpara mediana; 5, otra cruz parroquial con funda de palo; 6, ana custodia; 7, una cruz mediana con crucifijo dorado; 8, otra mayor de peana con su crucifijo dorado y funda de madera; 9, quatro vinageras de plata; lo, ana cruz pequeña de plata; Il, otra custodia con barrote de yerro y viril de christal con su pie todo de plata sobredorada; 12, otra custodia con su pie de cáliz de plata sobredorada; 13, otra cruz parroquial de plata; 14, otra de plata más pequeña; 15, un plato de vinageras sobredorada; 16, dos vinageras de plata; 17, un copón con pie; 18, otro copón con pie, los dos de plata; 19, seis candeleros de plata con funda de palo; 20, quatro coronas de plata; 21, dos vinageras de plata sobredorada con su campanilla; 22, un incensario con su nabeta; 23, otra corona de plata pequeña; 24, otros dos candeleros de glata pequeños; 25 un plato de vinageras; 26, diez y seis cañoncitos de plata; 27, dos patenas; 28, otras piezas sueltas de cruces de parroquia; 29, dos calizes uno compuesto y otro quebrado; 30, un pie de candelero con vareta de yerro y pie de palo; 31, otro candelero de plata con funda de madera; 32, una pieza de cruz; 33, un pie de custodia; 34, otro id; 35, diez piezas de plata sueltas; y haviendo hecho repeso de la mencionada plata que contenía el citado cajón resultó haver seis arrobas diez libras y diez onzas, cuya plata se debolbió al dicho cajón que quedó todo entregado al mencionado Sr. Regente de su cargo y responsabilidad y resulta haver en ambos cajones nueve arrobas onze libras y siete onzas.

Asimismo el expresado Dn. Juan Llabero hizo formal entrega al insinuado Sr. Dn. Mariano Rodriguez, de quinte cañones de fusil y dos de pistola; que es cuanto ha resultado de esta diligencia. Y para que conste se previene por esta que firmó dicho Sr. Regente y el citado Dn. Juan Llabero. De todo lo qual yo el escrivano doy fee.

Mariano Rodríguez de Vera -Fr. Juan Llavero. - Ante mi Alfonso Ruiz Sanchez (Las tres firmas autógrafas con sus correspondientes rúbricas).

El acta está extendida en papel del sello cuarto del año de la fecha. Es un pliego escrito por sus cuatro caras. En la primera página lleva al margen la siguiente "Nota. He dejado al cargo del Sr. Regente de la Real Jurisdicción de esta villa un francés voluntario pasado a nuestras armas. 25 de marzo de 1810. -Fr. Juan Llavero" (La nota es autógrafa).

A continuación ha puesto otra nota que sigue en la segunda página al margen el coronel Saldaña; escrita sin duda después de la que vamos a trascribir luego: Dice asi: Ygualmente he recibido quince cañones de fusil y dos de pistola y también el hombre francés que de mi orden quedó retenido en esta villa y se expresa en este expediente. Hellin 16 de abril de 1810. -Saldaña.

La otra nota puesta después de las firmas, dice asi: "Recibo la plata, que contiene este ymbentario que yo mismo remití para que se tubiese en depósito asta mi orden. Ellín. 16 de Abril de 1810. -Gregorio Saldaña. (Rubricado, autógrafo).

Al margen al empezar el acta: Diligencia de entrega de los dos cajones, apertura de ellos e ymbentarios de las alajas de plata.

IV

El convento de San Francisco convertido en Hospital.

Los recibos miden casi todos 155 X 110 mm. Forman dos mazos, de los que se han desprendido algunos. No guardan orden cronológico. Al trascribirlos los hemos numerado y ordenado cronológicamente para fa, cilitar posibles referencias a los mismos. No damos el texto integro más que de algunos, poniendo las variantes de los demás.

Recibos del bizcocho.

1. Hospital Militar de Sn. Francisco. -Vale cinco libras de bizcochos para los enfermos de dicho hospital. Hellin y Enero de 1809.- Juan Martin de Elizalde. Son 5,11. -V.° B° Reynoso.-(Rubricados).

2. El 2 de Febrero de 1809 en todo igual.

3. 5 de febrero 1809 igual.

4. 9 de febrero.

5. 10 de febrero.

6. 13 de febrero.

7. 16 de febrero.

8. 18 de febrero, pero el V.° B.°: Rodriguez (de Vera).

9. 20 de febrero.

10. 23 de febrero, pero el V.° B.°: Sierra.

11. 25 de febrero. V.° B.º Marín.

12. 28 de febrero. V.° B.°: Licenciado Moya Avellán.

13. 3 de marzo. V.º B.° Sesti (?). V.° B,°: Marín

14. Hospital Militar de San Francisco, Recivi de la Provisión de esta villa cinco libras de vizcochos para los enfermos de dicho Hospital. Hellin y marzo 7 de 1809. Juan Martin de Elizalde (rubricado. De Elizalde es el texto de todos los recibos de bizcocho). Son 5 I 1, V. B. Sesti. (rubricado) Zaragoza Nuñez Cortés (rubric do). Al dorso: Recivi cuarenta reales. Caietano Lopez (rubricado. Todos los recibos llevan este Recivi y firma) Luego de mano de Elizalde: Enfermos 48. Empleados 10

15. Igual de fecha 11 de marzo de 1809. V.° B,°: Termens o Fermes. (rubricado) Zaragoza Nuñez Cortés (id,).

16, Hospital Militar de San Francisco. Recivi de la Provisión de esta villa quatro libras de chocolate para los enfermos de dicho Hospital. Hellín y marzo 8 de 1809. Juan Martin de Elizalde. (rubricado) Son 4 I J. de a 19 reales vellón. V. B.: Sesti (rubricado) Zaragoza Nuñez Cortés (id.) Al dorso: Recibí sesenta reales por cuatro libras chocolate superior para los enfermos del ospital de San Francisco y lo firmé en 8 dias del mes (de marzo) de 1809. Salvador Pernas (rubricado).

Recibos del vino.

1. Hospital Militar de San Francisco. -Vale sesenta cuartillos de vino para los enfermos de dicho hospital. Hellin febrero 2 de 1809. Juan Martin de Elizalde. (rubricado. También es Elizalde el que extiende el texto del recibo). Son 70 cs. V. B.: Rodriguez. (Rubricado). Al dorso: Recivi veinte y quatro reales y veinte y cuatro mrs. Antonio Giménez, (Giménez expresa siempre al dorso la cantidad recibida y firma).

2. 8 de febrero 60 cuartillos por 21 rs. y 6 mrs. V,° B.°: Reynoso (rubricado).

3. 14 de febrero 70 cuartillos.

4. 15 de febrero.

5. 16 de febrero.

6. 17 de febrero.

7. 18 de febrero. V.° B.°: Rodriguez.

8. 19 de febrero.

9. 20 de febrero.

10. 22 de febrero, id. V.° B.°: Montesinos.

1 1. 25 de febrero, id. V.° B.°: Marín.

12. 26 de febrero. Firmado: Sánchez.

13. 27 de febrero, So cuartillos de vino por 17 rs. y cuatro mrs. V.° B.°: Marín.

4. 1 de marzo, 40 cuartillos por 14 reales y cuatro mrs.

15. 2 de marzo, 40 cuartillos.

16. Hospital Militar de San Francisco. -Recivi de la Provisión de esta villa quarenta cuartillos de vino para los enfermos de dicho hospital. Hellin y marzo 5 de 1809. Juan Martín de Elizalde (rubricado). Son 40 cs. V. B. Sesti (id.) V.. B °: Marin (id.) Al dorso: Recivi catorze reales y quatro mrs. Antonio Giménez (id.) Enfermos 50. Empleados 10.

Entre los recibos del bizchocho hay cosidos cuatro referentes a los Guardias de Corps.

1. Reales Guardias de Corps. 3.' Compañía. -Vale. -Vale un quarterón de vizcochos de canela. Ellín y febrero a I de 1809 Oxirando (sic) V.° B.° Porquet. V.° B.° Reynoso. Recivi dos reales, Caietano López.

2 Reales Guardias de Corps. 3.ª Compañía, -En nombre de la Justicia de este pueblo un quarterón de vizcochos para repar(ticione)s. Hellin y febrero a 2 de 1809. Las firmas las mismas.

3. Reales Guardias de Corps. 3.ª Compañía, -Vale un quarterón de azúcar rosado. Hellin y febrero a 3 de 1809 Firmas, las mismas. Al dorso: Recivi dos reales y medio. Caietano López.

4. Igual cantidad y calidad de azúcar el 4 de febrero.

Recibos del carbón

1. Guardia de Prevención. -Vale por una arroba de carbón para el consumo de los oficiales arrestados y demás yndividuos de ella. Hellin y febrero, 6 de 1811. Juan Espinosa, comandante.

2. 7 de febrero de 1811, doce libras de carbón. Firma: Manuel Villa. seca, comandante.

3. Guardia de Prebención. -Recibí del señor Francisco del Castillo, media arroba de carbón para el consumo de dicha (guardia.) Hellin y febrero, diez de mil ochocientos y onze. Mariano Nuñez (rubricado).

V

(Una cruz) Confieso yo, Caietano López, aber sacado 2 costales de trigo por orden de la justicia al Sr. don Mariano Rodriguez para el suministro de las tropas francesas. Ellín y julio a 7 de 1812. Caietano López. (Rubricado, autógrafo).



Notas

(1) A. MILLAN PALLARES. Notas sobre la colaboración de Hellín en la guerra de la Independencia en Macanaz I. 1952, 31-34
(2) Sobre la cooperación franciscana a la guerra de 1808 (véase Archivo Ibero-Americano, 2 ép., XI. 1961, 289-90.
(3) Sobre el hellinero P. Salinas. Véase la misma revista, 7, VII. 53-87. Su parentesco con Floridablanca, páginas 58-59.
Los números que preceden a los objetos son añadidos.

Historia de la Semana Santa de Hellin

Imagen de la Asunción, atraves de un tambor hellinero


Nuestra Semana Santa ha sido siempre elogio de muchos escritos, estudios y demás publicaciones.
¿A quien no le gusta?, Semana de pasión en donde se conmemora la muerte y resurrección de Cristo.
Buceando en mí archivo, mirando una serie de notas pude realizar este trabajo:



Los primeros datos de la Semana Santa, datan del siglo XIII, en donde encontramos un culto incipiente a la pasión, con diferencias a las del siglo XIV.
En 1348, surgen escenas de muerte por la epidemia de la peste que se prodigaron hasta la cultura europea.
El hombre recapacita sobre la pasión y muerte de Cristo y se dictaron las bases de la Semana Santa.
En Hellín la Semana Santa comienza antes del año 1266, entonces la ciudad estaba bajo el dominio musulmán.
En ese mismo año se preparo la conquista de este entorno, y se concreto la alianza entre Alfonso X y Jaime I.
Los actos semanasanteros seguían la nacional. Se podría decir que por aquel entonces que el único edificio religioso era la que es a día de hoy la Ermita del Rosario, más tarde se construyo la Ermita de Nuestra Señora de la Trinidad.
En este siglo ya existía la cofradía de Nuestra Señora del Rosario. En el siglo XIV el origen de la S. Santa, da un gran cambio hasta el siglo XV, llegó haber tres papas, haciendo así que la cristiandad se dividiera, ya que este clero de esta ciudad estaba corrompido.
Las cofradías que entraron en funcionamiento eran las siguientes:

*Cofradía del Rosario
*Cofradía Veracruz (la que hoy es la Cofradía de la Santa Cruz)
*Cofradía del Santo Entierro.

En este siglo XV nuestra S.Santa es penitencial, ya que se introdujo la penitencia en esta celebración de la muerte y resurrección de Cristo, cada vez había más cofradía en nuestra ciudad:

*Cofradía del Rosario
*Cofradía de la Sangre de Cristo
*Cofradía Veracruz
*Cofradía del Santo Entierro (se desconocen datos en este siglo si esta *Cofradía participo en las procesiones).



En el siglo XVI tenemos por así decirlo una S.Santa renacentista, la iglesia sufrió un momento de crisis debido a varios problemas que culminaron en una reforma.
Luego en este año 1582, se optó por el uso de capirote (un armazón de cartón, para los nazarenos de la distintas cofradías).
Las cofradías en este año aumentaron en comparación a otros, esta vez salieron las siguientes:

*Cofradía del Rosario
*Cofradía de la Sangre de Cristo
*Cofradía Veracruz
*Cofradía de Nuestra Sra. de los Remedios
*Cofradía de las Ánimas
*Cofradía del Santísimo Sacramento
*Cofradía de Nuestra Sra. de la Soledad
*Cofradía de San Rafael


En el siglo XVII, la S. Santa es de estilo barroco, en este siglo alcanzo todo su esplendor aunque estaba ya funcionando la Orden de la Santa Inquisición desde el siglo anterior.


Cada vez eran más las cofradías participantes en los bien llamados pasacalles procesionales de esta ciudad en este siglo eran:

*Cofradía del Rosario
*Cofradía de la Sangre de Cristo
*Cofradía Veracruz
*Cofradía de las ánimas
*Cofradía del santísimo sacramento
*Cofradía Nuestra Sra.de los Remedios
*Cofradía de San José
*Cofradía de la Orden Tercera
*Cofradía de la Purísima Concepción
*Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno
*Cofradía de San Rafael
Este hecho de que salieran más cofradías supuso el tener que alagar las horas en las procesiones.


En el siglo XVIII la semana santa que tenemos es pletorica é ilustrada, las cofradías iban en aumento en cada siglo en este en cuestión desfilaban las siguientes:

*Cofradía del Rosario
*Cofradía de la Sangre de Cristo
*cofradía de la Inmaculada
*Cofradía de las ánimas (en este siglo se llamaban “de las Benditas Animas”)
*Cofradía del santísimo sacramento
*Cofradía Nuestra Sra.de los Remedios
*Cofradía de San José
*Cofradía de la Orden Tercera
*Cofradía de la Purísima Concepción
*Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno
*Cofradía de San Rafael
*Cofradía de la santa Rosa
*Cofradía del Niño
*Cofradía de San Pedro
*Cofradía de San Juan Evangelista
*Cofradía de los Azotes
*Cofradía de la santa escuela de Cristo
*Cofradía de la Dolorosa
*Cofradía de la Soledad
*Cofradía de Santa Quiteria


En este siglo desde que empezaron surgieron diecinueve cofradías.
Ya en el siglo XIX la semana santa se convierte en una semana santa decimonónica, ya que sufre cambios hasta a nivel nacional, siendo organizada por el clero.
Las cofradías que desaparecieron era de la Orden Tercera y la de la Inmaculada
Las cofradías que seguían procesionando eran
*Cofradía de San Rafael
*Cofradía del Rosario
*Cofradía de la Sangre de Cristo
*Cofradía de las ánimas (en este siglo se llamaban “de las Benditas Animas”)
*Cofradía del santísimo sacramento
*Cofradía de la Dolorosa
*Cofradía de San José
*Cofradía de San Antón Abad
*Cofradía de la Soledad
*Cofradía de San Pedro
*Cofradía de San Juan Evangelista
*Cofradía de la santa escuela de Cristo
*Cofradía de Santa Ana (Nueva en este siglo)
*cofradía de las Animas
*Cofradía y hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno
*Cofradía la santa escuela de Cristo
*Cofradía de los Azotes
*cofradía de la Santacruz (la antes llamada Veracruz)
*Cofradía de San José
*Cofradía de la Verónica
*Cofradía de Santa Maria Magdalena
*Cofradía de la Samaritana
* Cofradía el Balcón de Pilatos
*Cofradía la Oración del Huerto
*Cofradía de la Caída
Cada año iban en aumento las cofradías y hermandades para el resurgir de nuestra semana santa.
Ya en el siglo XX ,la semana santa coge otro rumbo es más comtenporanea.
Durante la Guerra Civil es declarada de interés turístico nacional, estas son las cofradías hasta la Guerra:

*Cofradía de San Rafael
*Cofradía del Rosario
*Cofradía de las ánimas
*Cofradía del santísimo sepulcro
*Cofradía de la Dolorosa
*Cofradía de San Antón
*Cofradía de la Soledad
*Cofradía de la negación de San Pedro
*Cofradía de San Juan Evangelista
*Cofradía de San Vicente Ferrer
*cofradía de la Orden Tercera (Que reaparece en este siglo)
*Cofradía y hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno
*Cofradía de los Azotes
*cofradía de la Santacruz
*Cofradía de la Verónica
*Cofradía de Santa Maria Magdalena
*Cofradía de la Samaritana
* Cofradía el Balcón de Pilatos
*Cofradía la Oración del Huerto
*Cofradía de la Caída
La semana santa actual nació después de la Guerra, puesto que hay dos etapas:
La primera fue una semana santa más pobre por los acontecimiento vividos y la destrucción masiva de las imágenes religiosas en esta ciudad.
Hasta el 1950 en que cambio radicalmente, en que surge la federación de hermandades por primera vez en 1949 un año antes.
Entre sus miembros estaba dos grandes personas hoy ya desaparecidas por desgracia de la vida eran: Antonio M. Pallares y Antonio Ruescas Cano, a los cuales conocí en persona y a los que esta ciudad los tiene muy olvidados ya que por ellos tenemos el resurgir de la semana santa, claro esta que habían más personas pero si siguiera seria una larga lista.
A día de hoy esta federación a cambiado muchas veces la presidencia.
Las cofradías que aparecen son :
*La del Rosario
*La de San Rafael
*La de Jesús Nazareno
*La de la Dolorosa
*La de la Soledad
*La de la Flagelación (Los Azotes)
*La Oración del Huerto
*La del Cristo crucifica y Nuestra Sra. de las Angustias:
*Nuestro Padre Jesús de Medinaceli
*Santa Maria Magdalena
*El Cristo Yacente
*La Santa Cruz
*La Verónica
*El Resucitado
*San Juan
*El Prendimiento
*Nuestra Sra. del Dolor
*Nuestro Padre Jesús de la Misericordia y el Cristo del Gran Poder
*San Pedro
*La escuela de Cristo
*El Ecce-Homo

Y otras que han ido apareciendo con el paso de los años, al igual que la desapariciones de otras

sábado, 22 de noviembre de 2008

Conociendo a nuestros paisanos :Juan Garcia Más un hellinero gran figura en el mundo de la Politica

He auquí una fotografia de este hellinero
Nacido en Hellín el 21 de septiembre de 1866, la personalidad política de D. Juan García Mas fue una de las más relevantes e influyentes de la provincia de Albacete durante el primer cuarto de siglo.
Abogado de profesión, diversificó sus actividades con las prácticas del periodismo, la política y la literatura, publicando en 1899 el "Manual del Procurador".
Adscrito a la tendencia representada por La Cierva, del Partido Conservador de D. Antonio Maura, era lo que se conoce como "candidato cunero", es decir, aquellos que no tenían distrito propio, como el era el caso de los caciques en sentido estricto, y cuyo ejemplo mejor estudiado para Albacete está representado por la familia Ochando, de Casas Ibáñez. Así, en 1919, es candidato por Albacete en las elecciones de Diputados a Cortes, enfrentándose al liberal D. Abelardo Sánchez, y en 1920 se presenta por el distrito de Casas Ibáñez, oponiéndose a D. Máximo García Tejada.
Nombrado diputado provincial por el Distrito de Almansa en 1892, permaneció en el cargo ininterrumpidamente desde 1900 hasta 1912. Su actividad en esta Administración fue intensa. En 1898 elaboró los reglamentos del Hospital y de la Casa de Expósitos. En 1900, fue presidente de la Comisión, reeligiéndosele para este cargo en 1904 y 1905. En 1907 es elegido presidente de la Corporación.
Posteriormente. D. Juan García Mas proyectó su actividad política a nivel nacional, resultando elegido diputado en Cortes en tres legislaturas; las de 1916,1918 y 1919. En 1920 se presentó por el distrito de Casas Ibáñez, no resultando elegido. En 1924, se adscribió a Unión Patriótica.
En 1920 actuaba como vocal suplente de la Junta Provincial del Censo Electoral, cargo que ocupaba en calidad de vicepresidente de la Sociedad Artes del Libro.
Como periodista fundó, el 2 de mayo de 1896, "El Defensor de Albacete", por aquel entonces de periodicidad semanal, dirigiéndolo hasta que, en 1909, decidió su venta a D. Eliseo Ruiz. A partir de este momento, la publicación, pese a declararse independiente, pasó a defender los postulados liberales. No pudiendo estar alejado del periodismo, compró el "Diario de Albacete", que dirigió hasta su muerte, acaecida el 4 de enero de 1927.
JUAN PRUDENCIO FERNÁNDEZ FERRER
Perteneciente a una rica familia terrateniente de Socovos, D. Juan Prudencio Fernández Ferrer, era miembro del Partido Liberal. Diputado Provincial por el Distrito de Hellín hasta 1913, los cargos más relevantes que desempeñó en esta Administración Provincial fueron lo de secretario de la Comisión de Actas en 1898, la Presidencia de la Comisión en los años 1906 y 1910, y la de la Diputación desde el 3 de diciembre hasta el 3 de mayo de 1910.
D. Juan Prudencio Fernández Ferrer murió en Socovos en 21 de febrero de 1921.






martes, 18 de noviembre de 2008

In memorium D. Antonio Sánchez Gonzalez


La Revista Literaria Macanaz saca en uno de sus números la triste noticia del fallecimiento de una persona que colaboro con sus escritos y poemas, esta persona era Antonio Sánchez González, Arcipreste de nuestra parroquia de la Asunción.
Hoy 56 años después rescate esta crónica en la cual le hacían un homenaje decía lo siguiente:

“El día 19 de octubre de 1952 fallecía en nuestra Ciudad uno de más queridos Arciprestes, don Antonio Sánchez González en pleno se sintió conmocionado, y la tristeza que despertó la noticia se difundía como el grano de mostaza, como si desde el mismo momento en que para sus gentes era realidad una desgracia, comenzaran a multiplicarse los frutos de una obra cordial que don Antonio sembraba con el más natural sentimiento.

MACANAZ, que por sus propósitos y los hombres que más directamente le sirven, estaba tan unida al Arcipreste siempre admirado, siente la orfandad de uno de sus más grandes amigos y colaboradores, porque de don Antonio queda especialmente para nosotros su ejemplo de generosidad y de entusiasmo, ofrecidos siempre sin atender a criticas pequeñas, sin preocupación por los signos externos, sin limitarse ante el fuero de la incomprensión y de las apatías. El ejemplo de que la vida es diálogo, cordialidad en las relaciones, liberal en el respeto, lo sirvió con regularidad inigualable. Siempre su lección de concordia, de régimen de puerta abierta, con la sonrisa y la paz sazonada, para hacer posible la convivencia, el acercamiento de todos en lo que les es común, la Iglesia y la Patria, la Parroquia y Hellín. Don Antonio cumplió excepcionalmente ante Zas gentes su deber y su obra de caridad como quiere el Evangelio, ignorándolas. Lo que algunos pudieron considerar debilidad, erraron en sus juicios, porque ahora, cuando la lección es para la conciencia, don Antonio, cordialísimo y humadísimo, es un ejemplo que imitar. Con, su cordialidad trenzaba su honradez.


MACANAZ Diálogo, diálogo del que tanto necesita el mundo de hoy, más refinado, más civilizado, pero más egoísta, más dogmático, sin principios y sin fe; sin principios y sin fe, porque sólo tiene la de su intransigencia y la de su interés individual y pequeño.

Es así cómo conservamos al llorado Arcipreste, y como MACANAZ queremos ser resignados en la desgracia, sin lanzar a los vientos un panegírico de quien merece el recuerdo, que es bastante para arrancar una oración por su alma y la gratitud por su lección y por los muchos años que fué nuestro consejero y guía.”

56 años de su muerte algunos de los medios de comunicación rescatan algo de lo que esta humilde persona escribía he aquí uno de sus trabajos:


Oración : Por Antonio SANCHEZ GONZALEZ


Cuántas veces al ánima has llamado
con el dardo encendido de tu fuego;
cuántas veces, Señor, te he dicho luego
y tu amor, que es mi vida, he despreciado.

No por eso te has ido de mi lado,
ni has dejado de hacerme el mismo ruego,
que no importa que el mal me tenga ciego
si a Tí es mi dicha la que te ha cegado

No te canses, Señor, de llamar fuerte
a esta roca del alma endurecida
que tu ventura despreció, y advierte

Que la tiene el pesar tan dolorida
que se hubiera entregado ya a la muerte
si tu amor no la hartara con su vida.

"Encargan la construcción de la plaza de toros de Paris al arquitecto hellinero Justo Millán Espinosa en el año 1889"

Dos imagenes muy peculiares una es un dibujo que realizaron del arquitecto Justo Millán,y en la otra vemo la fachada del teatro Romea uno de sus tantos trabajo ( fotos archivo el autor)



Mucho queda por contar de lo que Hellín y sus gentes de antaño eran, pero claro esta en la rama de historia, pero nunca para difamarlos, siempre para bien.
Como se suele decir, buceando en mí viejo libreto de anotaciones encontré esta reseña que como ha tantas no tiene desperdicio y que acontinuación les relato, pues a día de hoy aun hay gente que aunque son de esta ciudad no saben esta cosa ó lo ha olvidado.
Nunca esta demás refrescar la memoria con estos hechos ó otros similares he aquí dicha crónica:

El Semanario hellinero “El Amigo del Pueblo” a primero del mes de abril del año 1889, hacia eco de esta interesantísima noticia:

“el arquitecto de la provincia de Murcia, hijo de esta Villa, Justo Millán, recibió dos telegramas de Paris en los cuales se dice que si se compromete a dirigir allí la construcción de una plaza de toros de madera, con la capacidad para veinte mil personas.
Él señor Millán ha pedido ciertos datos y noticias que cree indispensables para poder aceptar dichas proposiciones”.

He aquí algunas de las líneas que en días más tarde la compañía Hernando y Cia le envían días más tarde a nuestro paisano el Sr. Millán Espinosa:

“Hemos creído que nadie como usted para entregarle la construcción de la plaza de toros, todos ha convenido esto conmigo en esto. Tienen usted los planos de la construida en Murcia le sobra actividad para hacer la cosa en menos tiempo que nadie, también conciencia de trabajo y haría usted la plaza en menos tiempo que el arquitecto de origen Francés, resultado superior a la que hiciese ; he dicho que esa cabida podía ser de 18 a 20 mil entradas “.
D. Justo no defraudo la confianza que en él habían depositado, y no dudo en aceptar el proyecto de la plaza de toros, y en veintiocho días la tenia concluida estaba sita en la calle rue de la federación, muy cercana a la que hoy construyeron después.
Hoy hay grandes obras que este insigne hellinero realizo.

Arrojan piedras a unos vagones del tren en el año 1889

Era a mediados del mes de abril del 1889, el semanario “El Amigo del Pueblo” relataba una noticia que rescataban ellos de otro medio de comunicación de Albacete, el periódico se llamaba “La Unión Democrática” esto es breve resumen de dicho suceso:

“Ayer por la tarde, a la salida de Hellín del tren correo ascendente, unos zagalones los cuales estaban situados en un lugar al que le llamaban “La Conejera”, ni cortos, ni perezosos se pusieron a arrojar piedras contra el citado tren correo, las cuales la tiraban contra los vagones, desconocemos si hubieron ó se ocasiono algún daño, a juzgar por la violencia que lo hicieron.
Con este maléfico hecho podría producirse un desprestigio contra este humilde pueblo tan culto como es Hellín; llamemos sobre él la atención de sus autoridades, seguro que les podrán el debido correctivo”.
Nuestro semanario hellinero añade lo siguiente:

“¡Bien se conoce que el querido colega de Albacete no ha tratado de cerca de nuestras autoridades! Si las conociera, estaría seguro de lo contrario, porque a nuestro alcalde le gusta que los chico se diviertan”.

Este era una crónica un poco burlesca é irónica por mí parte juzguen ustedes amigos lectores. Aunque en la actualidad se siguen dando hechos similares como este ocurridos en 1889, pero que, ni caso

No se sabe si este hecho ocasiono algún desperfecto en el citado tren correo, pero eso quedara la duda,solo no lo podian haber dicho las gentes de esa época. (Foto Archivo A.Moreno García)

Pregon del hellinero Jose Antonio Iniesta en Almansa en 1998

Esta es la portada de su obra "La Tamborada mas Grande del Mundo" Foto archivo del autor


Pregón de la Semana Santa de Almansa, 4 de abril 1998

A la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima de la Esperanza


ABRAZAR LA CRUZ AL BORDE DE UN TERCER MILENIO Por: José Antonio Iniesta






PREÁMBULO

Buenísimas noches a todas las buenas gentes, amigos todos, a los miembros de esta digna Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima de la Esperanza, y a quienes sin serlo hacen posible que nos encontremos juntos en este instante, a los que han alentado durante tanto tiempo la mágica varita de su presencia y a quienes un extraño destino ha hecho posible que ocupen estas butacas en el último momento. A todos gracias por la presencia, por el sencillo y milagroso hecho de estar juntos para construir aunque sólo sea un espacio y unos minutos de toda la historia del mundo y de los hombres.
¿Habéis imaginado alguna vez que cada respiración, cada palabra pronunciada, cada mirada, es irrepetible y ocupa sólo un tiempo de una vez en la inmensidad del Cosmos? ¿Imagináis el hecho de que sólo una vez en nuestra vida y las por haber nos juntaremos como ahora, todos los que estamos, para hacer posible un instante que existe en la misma medida en que deja de serlo?
No he de desperdiciar por lo tanto este trozo de Eternidad y expreso mi sincero agradecimiento a quienes tuvieron la idea de invitarme a pregonar esta digna Semana Santa de las tierras de Almansa, sin esconder mi pudor al imaginar que siempre habrá mil y uno que lo sepan hacer de mejor forma, aunque eso sí, no con más entusiasmo y voluntad que la que aquí traigo, como hellinero para el que la Pasión se vive todo un año, como ser humano que admira a ese inmenso ser que unos grandes entusiastas, corazones ambulantes con dos piernas, han hecho posible que siga abrazando, en este laberinto de calles y para siempre, una cruz que es sin duda, o debería ser, la de todos los hombres.
Dios existe, existe a cada instante, y por eso viene a titularse mi pregón: "Abrazar la cruz al borde de un tercer milenio".



II
EL VUELO DE UN VENCEJO


En primavera llegan a estas nuestras tierras los vencejos, rasgando con su negro movimiento el azul del cielo siempre quieto, para anidar en cualquier recoveco, y así quiero yo, como fugaz peregrino, acercarme de entrada a la historia y los misterios de una gran ciudad, Almansa, que es pueblo de raíces y de hazañas. Es lo menos que puede hacer quien se aventura a descifrar la imagen de todo un Dios reflejada en una talla de cedro.
Y he de zarandear mi conciencia y la de toda una memoria colectiva para alcanzar en serio el talante de unos nombres, los vuestros, los de los antepasados y los que serán semilla de hombre en el futuro, para comprender el por qué de ese esfuerzo y ese milagro que quiere remontarnos al prodigio de escuchar el silencio en la madrugada de un Viernes Santo.
Todo ha de venir necesariamente del pasado. Hasta la última gesta, hasta el último hincarse de rodillas, hasta el más pequeño de los sueños, conforma siempre los tiempos futuros, el esfuerzo de hoy es raíz de árbol en el pasado, como lo será en su semilla, y en esto quiero que entendáis mi palabra... de los nuevos brotes que nacerán en el futuro.
Pero no puedo encarcelarme en los archivos ni en la agradable presencia de los libros, porque quiero ser, si se permite, en un instante, esencia de la propia esencia y del prodigio.
Por eso no quiero que mi pregón aclame las eternas y bellas estampas que son como postales, porque en ellas presiento además de todo ello el sentimiento de un noble pueblo. No quiero, por ejemplo, quedarme sólo en la excelente factura de este templo, iglesia de Santa María de la Asunción, que es joya en joyero de piedra por cierto, porque sé de tanto ruego y fe y esfuerzo y llanto que ha quedado prendido de sus bóvedas de cañón y crucería, porque presiento todo el palpitar de un pueblo grande como un corazón latiendo a través de las nervaduras y las columnas corintias. Aquí alienta la oración, la vida con la muerte, y huele a llamarada de luz, de la cera y del espíritu al mismo tiempo.
Como no puedo recordar a la Virgen de Belén sin presentir ese temblor que produce en cada uno de los almanseños el brillo de sus ojos, ese amparo y emoción que cada uno siente desde que nace. ¡Viva la Virgen de Belén y el Niñico también!, porque es la esencia viva y colectiva, reafirmación ante lo sagrado de una estirpe. Y cómo no he de entenderlo con sólo presentir en mi mirada hellinera el rostro de mi Virgen del Rosario. Porque Virgen, por cierto, no hay más que una. Por eso sé de vuestro pulso agitado, de los vítores que salen del pecho como si os arrancaran la espina de la soledad y el desafío de cada día, de esos ojos prontos a llorar al sentir tan cercana, tan de cada uno, a María. ¿No creéis que es como si uno se quedara embelesado al contemplarla, y durmiera, de alguna forma durmiera, confiado? María Madre sólo hay una.
Es verdad que nadie salvo vosotros podéis presumir de tener en el viejo álbum familiar un palacio, la Casa Grande, como es el de los Condes de Cirat, pero... ¿no es verdad que para vosotros es sin duda más que arquitectura el patio porticado que se abre aún más sediento de luz a la plaza de Santa María de la Asunción, que sus columnas jónicas, sus jambas y dinteles, su equilibrada balaustrada haciendo artificios por los aires, y sus arcadas de medio punto, han abrazado durante siglos las ensoñaciones de tiempos pasados de los niños almanseños, tornándolos, tal vez en la penumbra de una tarde, aventureros de un día o de una noche? Quizás estos niños que hicieron posible que otros nuevos vinieran a este mundo no alcanzaron la dimensión del héroe, de Publio Cornelio Escipión, el Africano, el vencedor de Aníbal, pero en cada uno de sus relieves creció la fortaleza para explorar la vida desde todos sus frentes.
Almansa es el paradigma de la Historia, de esencias milenarias que hacen que sus hijos vengan al mundo no con un pan bajo el brazo, sino con un agujero para viajar en el tiempo y comprender la importancia de hacer que se sustenten con igual dignidad los años y los siglos venideros.
Yo percibo, lo confieso, un regalo de Dios en vuestra historia hasta el presente. Puedo remontar la memoria y descubrir que estáis aquí desde hace mucho tiempo, en un pequeño albero en el Barranco del Cabezo del Moro, tierra abierta como una entraña en la Serranía de Almansa, o en el Barranco de Olula, en el macizo cretácico de la Sierra de Santa Bárbara.
Ese arquero de la Prehistoria ya era preludio de una eterna contienda, de cristianos que trajeron a estas tierras a los moriscos, del fragor de la batalla de Almansa, del encuentro, no lo olvidéis nunca, del presente duelo entre el silencio y los ruidos, entre quienes buscan reencontrarse con el pasado y lo sagrado y aquellos que se desparraman sin saber cómo en un incierto y frenético futuro...
El arquero del Barranco del Moro ya era por entonces el arquetipo de vuestros padres, luchadores constantes; esa figura femenina del Barranco de Olula será siempre la de vuestras madres, tan hogareñas.
Y las distintas generaciones conforman, con sus manos y sus mentes, el entorno que nos corresponde, el que nos distingue. Hay un centro telúrico, corazón de piedra, que no os lo puede quitar nadie, el Cerro del Águila, que conforma si cabe más vuestro carácter, vuestra esencia. Este inmenso peñasco, como menhir y contrafuerte de tantas vidas, conforma vuestras calles: el centro siempre es uno. Y el visitante, yo por ejemplo, no puede dejar de embeberse en el laberinto de luz y cal, de ventanas como ojos grandes que son las calles. Huele a almohade, cuántos pueblos quisieran aroma con tanta clase, más de setecientos años palpitando vida entre estas calles. Y poco me importa a mí la etimología de Almansa. Si viene de Almohaza (ciudad de almohades), Al Manxa (la tierra seca), Al-manzah (el mirador) o Al-mansaf (la mitad del camino) si al fin y al cabo lo uno y lo otro ha sido. Yo prefiero perderme en la calle de la Cárcel Vieja (calle de la Estrella) para percibir esa estructura medieval que no es sino puro pasado o acercarme al Camino de Madrid y empaparme en la Morería con las sombras de todos los moriscos que en Almansa han sido. Pero en la Callejica, en la calle del Moro o en la de la Luna y la del Castillo, como acomodado bajo "La Capillica", yo percibo la esencia más cercana, la de los hombres de la tierra matándose a trabajar y más que eso, atormentándose a cada instante por encontrar la forma con la que dar de comer a una familia. Imagino los trabajos a destajo, las eras de sol a sol, los callos en las manos.
Sin este esfuerzo no es comprensible ninguno de los esfuerzos, la maravilla de ver a Jesús del Calvario resurgiendo en estas calles desde hace unos pocos años...

Hay un pueblo que en la tierra nace y muere
y no se lleva más que la nobleza y el sacrificio de una vida,
rostros sin nombre que lo dieron todo por un hijo.
Allí, entre las viejas calles,
se escucha todavía la voz de la conciencia,
el repicar de una campana que es de pura entraña
y de paciencia.
Todos los hombres fueron un solo hombre
para forjar con barro,
con su sudor y con su sangre,
tanto tapial y teja como corazones nobles.

Los hijos de la vieja Almansa, una vez más lo digo, saben de los viajes en el tiempo, lo presienten en las barrigas de sus madres, lo heredan con lluvia de bautismo y partida de nacimiento.


III
CREAR UN SUEÑO CON MADERA DE CEDRO



Antonio Dubé de Luque creó con madera de cedro la pura expresión de la conciencia divina, el dramatismo de la muerte presentida, del dolor de un ser tan inmensamente bello que siente en su entraña dolorida cómo es arrancado de los brazos de la vida y conducido por el tormento hasta la muerte por sus propios hijos. ¿Hay dolor más atroz que éste?
Pero este sueño transformado en imagen sagrada nació entre los resquicios de la conciencia de unos hijos de esta tierra. Todos ellos fueron los niños que imaginaron la conquista de un castillo que se les quedaba inmensamente grande, los que mojaron sus manos con el agua de la fuente de los patos, los que a fuerza de empaparse de tanta historia, piedra vieja y hazaña colectiva, forjaron, ya como hombres, un sueño con el que engrandecer aquel inmenso de sus antepasados, el de todos los otros hombres.
Había, además de todo ello, imágenes que clamaban al cielo, que pedían de una vez por todas ese acercamiento de siglos a lo sagrado. Tengo que reconocer que me estremece el relato de esos 33 caballeros que recorrían en silencio las calles de Almansa un Jueves Santo de 1552. Quiero volar con la imaginación, rodear el Cerro del Águila, rozar apenas las almenas y dejarme caer para saciarme de esa "austera penumbra saturada de incienso". La historia se detiene, se escucha el tintinear de los metales, de las espadas, dagas y puñales, de los que los caballeros se desprenden, pues no es momento de guerrear más que contra uno mismo, contra la oscuridad de la noche que cada uno llevamos dentro. Los Galiano, Valladolid, los Ulloa, Alarcón y Gil de Ortigosa, todos ellos de la Cofradía de la Preciosa sangre de Cristo. Surge el perdón a la luz de los cirios, es el momento para la catarsis: los enfermos "que ordenen su ánima confesando, comulgando y haciendo testamento". Después de tanta guerra y muerte, de tanto ensañamiento colectivo, es necesaria la purificación de todo un pueblo. Tras la ceremonia sale el sol cuatro veces y otras tantas la luna. Es el jueves de la semana de Pasión. Ahora ya no hay gallardía sino sumisión, ya no hay traje de lujoso paño sino túnica severa. Los caballeros han cambiado la rica pedrería por las disciplinas con las que se golpean una y otra vez. "¡Cristo ha muerto!", se grita, y este grito es un desgarro colectivo. No falta poesía: "Una ronda prepara mazos de esparto para alumbrar cuando muera el sol, y en la noche clara, prendida de diamantes en lo alto, las antorchas ardiendo, parecen corazones que se queman con el Santo Fuego del Amor a Cristo...".
Dios mío, cómo no habría de soñar un hijo de esta tierra con recuperar el estremecimiento de esta noche. Si hasta las piedras claman la necesidad de recuperar el encantamiento de las calles, si hasta parece que de un momento a otro de la noche va a volver a arder ese esparto como muestra de un corazón que arde por Cristo. No podían ni el hombre ni el destino romper ese hilo con sus raíces, con su arte, con sus costumbres, con el hondo sentimiento de lo sagrado. El hacerlo sería como borrar las figurillas de los Barrancos del Moro y Olula, desmantelar la osamenta de piedra del noble castillo, arrancar a arañazos las nervaduras de la Iglesia de la Asunción una por una o tapiar para siempre el arco de "La Capillica". Sería dar de lado a la historia y al sufrimiento de tantos hombres. El futuro avanza, es imparable, pero sólo los pueblos que se reafirmen en sus raíces tendrán verdadera conciencia de sí mismos. Y siempre, entre la vorágine de aquello que llamamos tiempo, ha de existir una reconciliación con lo divino, utilizando los conceptos de Mircea Eliade: un espacio y un tiempo sagrados donde reencontrarnos con nuestros antepasados, con lo más hermoso que en nosotros hay, con lo sagrado que nos redime de la pura condición del ser humano, pues por encima de todo somos seres de luz, creados en una dimensión que está por encima del tiempo y el espacio. En la convicción de esa constitución interna e invisible, nuestro pensamiento y nuestro sentimiento nos permite comprender que somos mucho más de lo que creemos.
Dios existe, existe a cada instante, y en esta confianza se hace más agradable el camino más duro de todos los caminos.

IV
UN NUEVO ALIENTO EN LAS CALLES



Cualquier día surge el prodigio, puede hacerlo en una madrugada de Viernes Santo. Basta con que haya entereza y voluntad para que el milagro cobre forma y se haga representación y drama. He visto esas imágenes que sobrecogen. Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima de la Esperanza bajo el arco de la Anunciación. Ahora el ángel de piedra despierta con su llamada a las conciencias dormidas de los almanseños: Jesús, el Cristo, por más que talla de cedro, camina por las calles abrazando una cruz, hay un mensaje tan grande en esto del abrazo... El silencio se clava en las carnes, de tan acostumbrados que estamos al vocerío y al ruido que nos desperdiga como seres humanos. Los sonidos del oboe, del fagot y del clarinete, son música y silencio a un mismo tiempo. ¿Es sonido de músicos o de ángeles de piedra que han vuelto a la vida?
Ahora la fuente de los patos es de agua de vida, recoleta y cristalina, se acompasa a ese arañazo de pasos que hace temblar la tierra, aunque es una caricia. Hay una extraña sinfonía de sonidos: agua y pasos, instrumentos y silencio puro de los hombres que ahora más que nunca se hacen espíritu acurrucados entre las sombras de las calles. Y uno puede escuchar hasta el latido de los corazones, hasta el crepitar de las alas de los insectos que buscan la luz mortal de las farolas. Así es por cierto de equívoca una existencia, cuando confundimos la verdadera luz aferrando con avaricia lo que sólo son las quiméricas y ficticias candilejas de la vida.
Todo este neón y artificio de una vida de la calle Rambla de la Mancha queda atrás para acercarnos al antiguo Ayuntamiento, que ahora encuentra albergue, como ha de ser, entre los viejos muros de la noble historia. Hombres y mujeres han buscado refugio en "El Pasaje" al otro lado del reloj, que ahora mide de una forma extraña el tiempo, y el escudo, este escudo que siempre nos hablará de rugidos de león, muros de castillo y brazos alados de ángel, pues aquí, como en cualquier lugar que se precie, hasta los mismísimos ángeles combaten.
En la calle Mendizábal hay otro león, que más que nunca calla y aporta su voz enteramente de agua al silencio de la noche. Aunque a ese silencio pertenecen los pasos de quienes portan los sagrados titulares y el golpe certero y seco del capataz, que parece aferrar con su mano una aldaba que llamara al cielo.
Es la penitencia, el recogimiento, de los nazarenos, capuz de mi tierra que aquí llaman antifaz, bajado, cubriendo el rostro que siempre es anónimo, como ha de serlo cada entrega, a su paso por la calle Duque de la Victoria y Aniceto Coloma, para sin acelerar el paso ni el pulso entrar de lleno en el recinto de la historia a través de la calle de la Morería. Más allá, en la calle Pedro Leal, toma cuerpo la oscuridad y el silencio, quizás en sus sombras 33 caballeros lloran emocionados sin consuelo.
Y de allí a la calle Calvario, donde el cedro y la mirada, el sobrecogimiento de una boca entreabierta y unas manos que abrazan una cruz, adquieren su verdadero sentido. Es el ecuador de vida y muerte, el retorno en el ciclo interminable de la vida, para enfilar la calle Del Campo, ante las sombras de la Capilla del Rosario, el umbral de la morería, y Callejita, con los restos del antiguo barrio musulmán, y la vista, como un sueño estando dormido o un cuento de las Mil y una Noches, de un castillo que es por un instante volcán de tierra y fuego, pasadizo extraño y enorme entre la tierra y el cielo.
Habremos de pasar con la memoria por la calle Pascual María Cuenca y luego por la típica de Aragón, atravesando sin dejar la poesía y el misticismo, junto al Convento de las Monjas de Clausura de las Madres Agustinas Recoletas, fija la mirada, pues no es para menos, en las dos impresionantes columnas salomónicas, retorcidas como si la piedra estuviera viva. Queda más silencio, parece interminable, en la recóndita plaza de San Agustín, e incluso en la fachada de los Enríquez de Navarra, que también habrán sabido de las viejas glorias, y la casa de los marqueses de Montortal, bello patio por dentro y rejería de antaño por fuera.
Y en el último tramo, para que nos quede aún más regusto del símbolo y el arcano, nos acoge la calle Virgen de Belén. Quién mejor que ella para dar nombre a la calle con la que alcanzar la plaza de Santa María, donde de nuevo el cedro, la piedra, el agua, el cielo oscuro de la noche, actúan para representar un drama cósmico que queda prendado para siempre de las pupilas, de los oídos, de los repliegues más hondos de todos los corazones.


V
LA IMPORTANCIA DE LO SAGRADO



Recuperar la experiencia de lo sagrado en nuestras vidas es más que necesario. Yo no podría vivir sin un redoble al año que me remueva las tripas, que me haga palpitar a un ritmo despiadado el corazón y rompa, con un encantamiento que no termino de entender por más que lo he vivido y escrito sobre el mismo, los esquemas lógicos del tiempo y el espacio para dejarme, con mansedumbre, en algún lugar en tierra de nadie, en las fronteras de la realidad. Es una forma como otra de expresar el estremecimiento de la Pasión, la alegría y la tristeza que a un mismo tiempo se mezclan en las calles de mi tierra. Para nosotros la Semana Santa es todo el año: la tierra espera el momento de dar la vida a los claveles, los báculos tintinean de gozo nervioso y las cornetas y los tambores anuncian el tiempo glorioso de vivir lo sagrado, de alimentarse de lo sagrado, de transmitir a cada uno de nuestros hijos un año más la belleza de cada uno de los olores, sonidos y colores.
Por eso admiro vuestro esfuerzo para hacer que navegue ese barco del entusiasmo que tanto tiempo estuviera en dique seco. Ahora que habéis llevado el silencio y la música a estas calles habéis creado ramalazos de sacralidad que se quedarán para siempre en las pupilas de los niños, en los labios amartillados de los mayores. Habéis hecho, con sólo esto, que es tan grande, que la vida adquiera algo más de sentido. Es más que importarte representar una y otra vez el Drama Ancestral del sufrimiento y la muerte de Cristo, también su resurrección, que a nosotros los hellineros nos llena el corazón de gozo con pasos que son bailados a un ritmo de vértigo. Esta semilla que habéis sembrado ha de germinar y atraer hacia nuevos proyectos a los miles de entusiastas que quizás ni siquiera sepan que lo son, envueltos como crisálida en la vida rutinaria.
No ha de perderse el hilo etéreo y sutil con la divinidad, pues de dónde si no, viene el sustento, por encima incluso de toda esa perifolla de neuronas, red urbana de venas o estructuras ciclópeas de hueso que sólo son, por más que necesarios, artificios de la anatomía.
No hay más internet verdadero en nuestras vidas que ese cielo que nos sustenta, que nos dignifica: ¿proviene acaso el sacrificio de una vida, la entrega o el amor, de un conjunto de válvulas, dendritas o glóbulos...?
Os alabo por ese esfuerzo y os aseguro que trataré en cada momento de imaginar desde mi Viernes Santo, los sonidos del vuestro. ¡Qué tierra de contrastes! Mientras vosotros hacéis alarde de silencios, de penitencia, nosotros desgarramos el aire con el estruendo de veinte mil tambores: mágica noche de Jueves Santo, que ya lo es también de Viernes Santo. Nuestras túnicas, por cierto, también son negras, porque lo fueron, en el pasado, de penitencia.
No olvidéis que nuestros tambores salieron en su momento de las procesiones y en Semana Santa es cuando hacen tronar sus parches, se funden desde siempre con lo sagrado, con nuestras imágenes, con la talla hermosa de sus tronos, con la luz y con las flores. Sólo siento no poder entregar como un presente, el redoble de esos veinte mil tambores a este Cristo del Calvario que ha querido que hoy esté con vosotros. Sería el mejor de los regalos.
Sea pues para todos vosotros, para calmar el sufrimiento de Nuestro Padre Jesús del Calvario, para aliviar el hondo recogimiento de su Madre, María Santísima de la Esperanza, como homenaje humilde de la tierra de donde vengo, el sonido y el latido de nuestros corazones.


Se escucha el sonido de los tamborileros hellineros,
que con sus túnicas y tambores han acudido al acto.

VI
EL GRAN MENSAJE DE UN ABRAZO



Nuestro Padre Jesús del Calvario no asciende con una cruz a cuestas, con el peso de todo un mundo, un mundo entero, el de un enjambre de hijos ciegos que claman sin cesar que muera; no sube entre empellones y flagelaciones hasta el Gólgota, el trágico monte de la Calavera. Nuestro Padre Jesús del Calvario no está crucificado en la cruz, desgarrado y muerto con un río de sangre que surca sin rumbo fijo su cuerpo. Nuestro Padre Jesús del Calvario abraza la cruz como sólo Dios sería capaz de abrazar a todo un mundo, un mundo entero.
Hay un enigma en este abrazo, el de la sumisión y la mansedumbre. Jesús pudo llamar a una miríada de ángeles con espadas de fuego para abrir las gargantas de aquellos que pedían su tormento, pero se conformó con abrazar el que fuera su destino, el más amargo y dulce a un mismo tiempo.
Hubo sin duda el agitar del pulso, el latido angustioso de un corazón que quiere salirse del pecho, porque la muerte presentida y segura hacía temblar su encarnación como hombre. De ahí el prodigio: ser carne entre la carne para sufrir tanto como el último ser que sufre. Quedarse en un instante solo para sentir el clavo atravesando el hueso, para saberse lanceado en el costado, para saberse herido más allá de la inminente muerte. Qué inmenso sufrimiento el del propio Dios lacerado y humillado por el propio fruto de su creación, creado y destinado a la miel del infinito gozo.
¡Cuántas muertes vivió Jesús en ese instante en que abraza el instrumento de su muerte!
No hay más que amor, nada más que puro amor, en el acto de asumir el vocerío, los latigazos, el polvo del camino, el cráneo desgarrado por una maraña de espinas, la siniestra burla y la cruz, la eterna cruz en la que habían de quedar clavados para siempre las palmas y los olivos, una estrella de Belén y hasta todo el oro, el incienso y la mirra de unos reyes magos.

Qué triste soledad la de la muerte presentida,
venir al mundo para entregar un Cielo
y recibir la cruz como una herida,
muerte de amor, eterna muerte,
que ya no borra el tiempo ni la brisa.

En ese instante reside la grandeza de Jesús el Nazareno, reo de muerte por acercarse a los pobres, culpable por creer en la vida eterna, apóstata por considerarse Hijo de Dios, condenado por creer en la vida eterna, víctima propiciatoria de la locura colectiva de una Humanidad perdida. Qué fácil hubiera sido remover las entrañas de la tierra, cubrir de espanto los rostros de los verdugos, levantarse con la majestuosidad de un Dios omnipotente envuelto en el resplandor de fuego de la gloria, antes que dejarse arrebatar el preciado don de la existencia. Pero había que forjar con sangre el destino futuro de los hombres, con un reguero imborrable vertido por el más inocente de los seres.
Jesús abraza su muerte, ama su muerte por más que la teme, porque el destino ha de cumplirse, porque así lo quiere el Padre, porque hasta el Mesías ha de entregar cuanto tiene...
Cada uno de los hermanos de esta Hermandad del Calvario ha descubierto desde el silencio, desde su rostro oculto y por lo tanto anónimo, lo que significa abrazar una cruz en la madrugada de un Viernes Santo. "Cristo es un hombre con la experiencia de la eternidad", dijo uno de ellos, a buen seguro henchido de su sufrimiento y de su pena, calado místico que provoca verbo emocionado, inspirada frase, voz del sentimiento y la conciencia. "Ahora sé lo que es el sufrimiento", añadió otro, que seguro no llegó a imaginar que la revelación se tornaría herida en las propias carnes, allá donde el pecho se agiganta y enloquece.



VII
ABRAZAR UNA CRUZ, HOY, A CADA INSTANTE



Hay en este abrazo todo un compendio enciclopédico de la entrega, un mensaje en sólo dos manos extendidas en el aire hacia una cruz de madera que siempre será un cruce de senderos, el centro de un destino, la fusión del cielo con la tierra, y aún más que todo, un inmenso sacrificio. ¿Habremos de volver la vista atrás y refugiarnos en el presente, apartar nuestro propio cáliz dejando una corona de espinas rodando por los suelos? No habría entonces valido para nada la muerte del más grande de los hombres...
Desde mi pensamiento de hombre joven, amante de la vida en cada movimiento del veloz minutero, aclamando a viva voz el derecho a ser inmensamente feliz de cada ser humano, afirmo, con absoluta coherencia y el respeto que he de exigirme a mí mismo, que cada uno ha de poner un nombre a su madero, a su tronco abierto en cruz al que aferrarse en cada uno de los naufragios.
Y no es mi palabra la reivindicación de sacrificio alguno, porque no pretende alentar mortificaciones ni mucho menos, sino compartir con cada uno de vosotros el inmenso secreto de que toda contrariedad es una gloria del cielo. A mí me ha costado toda una vida comprenderlo. Todo tropiezo es una oportunidad única que se ofrece al ser humano para experimentar, para elevarse sobre los errores, para hacerse si cabe más humano.
Asumir una cruz al borde de un tercer milenio sería todo un ejercicio de hacer aprecio, gala, humilde gala, de la divinidad que todos llevamos dentro. Asumir una cruz es sencillamente afrontar con dignidad, con amor y puro amor, cualquiera de los retos que nos impone la vida. Hay tantos motivos por los que sentir alegría, que hasta uno puede alegrarse del pequeño o gran sufrimiento que a cada momento nos concede la vida.
¿Acaso nadie ha descubierto el milagro de morir y renacer en un mismo día? Siempre que lo hacemos somos más fuertes, maduramos, ganamos en experiencia, y esas fuerza, esa madurez y esa experiencia, es la que debemos transmitir a cuantos nos siguen: Hay que hacerlo por el cazador del Barranco del Moro, por el artesano y las manos que han llevado el sonido de vuestros cencerros por cada uno de los prados, por el sudor de quien elevó un hermoso castillo piedra a piedra, por los poetas que alabaron las excelencias de estas tierras con sus versos, por quienes os dieron el inmenso regalo de la vida.
Por encima de la creencia, incluso de la religión, el templo y la transcendencia, el abrazo de Jesús resuena en nuestras conciencias: lo hizo porque tenía que hacerlo, era el único entre todos los caminos posibles.
Ahí está la magia del destino, de hacerse uno con el mismo. Os puedo asegurar sin presunción alguna, que toda cruz llevada con sentimiento y entrega se vuelve más ligera. Llamo cruz al reto y al compromiso, por qué no al sacrificio implícito de la cotidiana vida: a veces incluso levantarse por la mañana, sonreír en el paroxismo del trabajo, aguantar, aunque nos duelan hasta los huesos, el peso de un hijo inagotable que quiere jugar a los indios y nos confunde con un caballo pinto, perdonar, por más que nos cueste, a quienes nos ofenden. Todas las pequeñas y grandes entregas fortalecen, sólo hay que aceptarlas, entonces es cuando nos construyen interiormente, nos forjan como recia espada que es golpeada una y otra vez en la fragua.
Estamos a las puertas de un nuevo milenio: no se tienen cumpleaños así todos los días, y hemos de remover de una vez por todas nuestras conciencias, abandonar para siempre el lastre que nos retiene en nuestro ascenso imparable hasta la evolución como seres humanos, aquella que fue prefijada desde el Año Cero por el Padre. Época para desterrar todos los miedos y afrontar el futuro por completo, guardando en la mochila para tan largo viaje todo lo bueno que del pasado heredamos.
Abrazar una cruz al borde de un tercer milenio es aliviar el peso de aquellos que nos acompañan, es afrontar un reto colectivo en el que sólo unidos sobreviviremos todos.
Esta Hermandad y Cofradía asumió el reto, la impuesta penitencia, de abrir una ventana en el cielo oscuro para que entrara el aire limpio de lo sagrado, y eso ha de pesar sin duda por los caminos no abiertos al senderismo, pero ha de llenar sin duda ese corazón tan lleno de ánimo.
A todos vosotros mi entusiasmo, para que seáis hombres, como Jesús lo fue, con la experiencia de la eternidad. Ya sabéis que un Padre lo da todo a sus hijos...
Y a los hijos de esta tierra inmensa, que ya la he hecho mía de algún modo a través del imaginario vuelo de la mente, el mejor de los futuros posibles...
Muchas gracias.