La zona de mayor valor del casco histórico de Hellín, se concentra entorno al Cerro del Castillo Almohade XI y XII, donde aún existen parte de las torres cúbicas adosadas a la muralla principal, así como la torre central con un aljibe en su interior. Desde este punto descenderemos por la zona medieval con el trazado típico de las ciudades árabes, con estrechas calles y plazuelas, que aún conservan el hechizo de la historia. Muchas de estas calles aún siguen conservando los nombres de su pasado histórico, calle Portalí, callejón del Beso, calle de la Pena, calle del Cinto, calle del Foso, etc.
No podemos irnos de la ciudad de Hellín sin antes visitar la Ermita del Rosario, la Iglesia de la Asunción, el Convento de los Franciscanos, el Convento de las Claras (actualmente Casa de Cultura), la Ermita de San Rafael, la Casa de Falcón Morote, la Casa Salazar, la Casa del Conde, la Casa Mascuñán y el Museo Comarcal, donde podemos ver una planta dedicada a etnografía, otra a la arqueológia , una colección de cerámica y vidrio, sala de exposiciones temporales y otra permanente de pintura dedicada a Felipe Monteagudo y Carmen Berro.
No podemos irnos de la ciudad de Hellín sin antes visitar la Ermita del Rosario, la Iglesia de la Asunción, el Convento de los Franciscanos, el Convento de las Claras (actualmente Casa de Cultura), la Ermita de San Rafael, la Casa de Falcón Morote, la Casa Salazar, la Casa del Conde, la Casa Mascuñán y el Museo Comarcal, donde podemos ver una planta dedicada a etnografía, otra a la arqueológia , una colección de cerámica y vidrio, sala de exposiciones temporales y otra permanente de pintura dedicada a Felipe Monteagudo y Carmen Berro.
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