Manuel Cassola Fernández (1838-1890)

Fotografía: Lara Lozano Fernández

La figura del General Cassola bien podríamos decir que es prácticamente desconocida para los hellineros de hoy, a pesar de que deba considerarse como uno de los hijos más ilustres de esta ciudad debido a su brillante carrera militar que le hizo llegar a Ministro de Guerra a finales del siglo XIX.
Manuel Cassola y Fernández –este era su nombre completo- nació en Hellín en 1838, procediendo de una familia humilde que no contaba con ningún antecedente en la milicia. Su familia paterna tenía procedencia italiana, dedicándose su padre –Alberto Cassola- a la enseñanza primaria, mientras que su familia materna sí que era natural de Hellín.
Se casó con María del Carmen Arce y Gutiérrez y falleció en Madrid en 1890, después de una vida enteramente dedicada en una primera etapa a la carrera militar activa y posteriormente, debido a su gran experiencia, desempeñando cargos políticos pero siempre vinculados con la milicia.
La personalidad del General Cassola venía determinada por su carácter reservado y su espíritu reformista, algo que va a quedar patente cuando sea nombrado Ministro de la Guerra e intente llevar a cabo importantes reformas en el Ejército. Pero antes de eso es necesario conocer, aunque sea sucintamente, la trayectoria militar y política de este hellinero cuyos primeros éxitos ya comenzaron a vislumbrarse cuando en 1856 ya es ascendido a subteniente y es merecedor de la Cruz de San Fernando de primera clase, contando con tan solo 19 años.
Posteriormente, entre 1862 y 1871, la carrera militar de Manuel Cassola se desarrollaría en las campañas de México y Santo Domingo, así como en la represión de los cantonales en Cartagena. También participó en la tercera guerra carlista siendo ascendido a Coronel en 1873 y a Brigadier un año después. De nuevo, en 1876, cruzó nuevamente el Atlántico para volver a Cuba y luchar contra los separatistas cubanos, lo que le hizo merecedor de ser ascendido a teniente general.
De vuelta en España, la política sería su gran dedicación ocupando el cargo de diputado por Cartagena entre 1879 y 1886 y posteriormente de senador por Canarias. Su discurso fácil y correcto fueron algunas de las habilidades mostradas durante el desempeño de estos cargos lo que posibilitó a que en 1887, en pleno gobierno de los liberales, fuera nombrado Ministro de la Guerra por Sagasta.
Durante su etapa como miembro del Gobierno procuró poner en práctica un ambicioso proyecto de reformas en el Ejército que incluía entre otras novedades el servicio militar obligatorio. Estas modificaciones fueron muy criticadas en su momento por lo que finalmente no pudieron llevarse a cabo, a pesar de que tiempo después fueron progresivamente adoptadas muchas de las medidas que planteó convirtiéndose entonces Cassola en un adelantado a su tiempo.
La popularidad que alcanzó el general hellinero hizo que tras su muerte el insigne imaginero valenciano Mariano Benlliure realizase en su estudio de Roma, en 1892, una soberbia estatua con la imagen de Manuel Cassola que fue colocada en el céntrico parque del Oeste de Madrid para así perpetuar su memoria. Aún hoy esta escultura puede contemplarse junto al Cuartel General del Ejército en Madrid, a pesar de haber pasado por distintas dependencias a lo largo de los años.
También los hellineros quisieron testimoniar el recuerdo del General Cassola dando su nombre a una de las calles más típicas de Hellín y colocando una lápida que recuerda su nacimiento en la vivienda situada en la Calle Cuesta de los Caños (junto a la sede de Cáritas) donde tuvo lugar. Que este escrito sirva también para que los hellineros de hoy también conozcamos, aunque sea a grandes rasgos, la trayectoria de este célebre paisano.