martes, 14 de abril de 2009

Una semana santa de hace cincuenta años




Menos esta imagen las otras dos son de (1)


Viendo unos de los números de la portalí, leí el siguiente articulo que rescato para ustedes lo puedan ver



La Semana Santa hace cincuenta años

La Semana Santa, la más popular y querida de los hellineros, marca un hito en la vida de nuestro pueblo y deja huellas imborrables en nuestra memoria. Hellineros de todos los tiempos trabajaron por la solemnidad, esplendor y brillantez de su gran semana mayor, sin olvidar nunca su carácter religioso, al sacar a la calle esta catequesis evangélica. La enumeración de anécdotas y vivencias sería interminable, por lo que, siguiendo la línea de mis “Baúles”, me centro en la mitad de los años cincuenta, recordando a quienes desfilaron con sus “Pasos”. Por este motivo, no extrañen la ausencia de cofradías y hermandades que en aquellas fechas no se habían creado, o renovado, así como a destacados hermanos de las que se citan, que son de época posterior, a los que admiro y recuerdo con cariño. Así desfilaron las cofradías y hermandades siguientes:La Santa Cruz, reorganizada en el año 1.949, tras las gestiones realizadas en los años cuarenta por la “Junta Pro Semana Santa”” (que sería el germen de la Federación de Cofradías y Hermandades), haciéndose cargo finalmente la Asociación de Palomistas. En el año 1.950 se abrazó a la Cruz la Virgen de la Amargura, primera imagen pasionaria del gran artista hellinero José Zamorano, cuando tenía veinte años.Recuerdo a la Santa Cruz abriendo nuestras procesiones, dirigida por José Joaquín Pérez-Pastor, los hermanos Antonio y Eusebio Jordán, Francisco García Rodríguez “Paquico el Isero”, el “Cojo de las Escopetas”, así como a sus camareras Enriqueta Pérez-Pastor y Rafaela Jávega “La Comadrona”.La Oración del Huerto, conocido como el “Paso Gordo”, realizado por Coullaut Valera en el año 1.943, era uno de los grupos que gozaba de grandes simpatías y era un verdadero espectáculo contemplar su salida del Santuario del Rosario en la tarde de Miércoles Santo.A Eusebio García Arsenal “Eusebio el de la Elisa” le sucedió Abilio Martínez Tercero “El de las Destilerías”, que continuó con la tradición de traer una banda de cornetas y tambores a caballo, en sus procesiones del Miércoles y en la del Calvario.Allí recuerdo ver a Pepe Gomariz y sobre todo al inolvidable José García “El Pocho”, que años más tarde se haría cargo de la hermandad.El grupo escultórico del “Prendimiento”, también de Coullaut Valera, realizado en 1.950, era una novedad en Hellín, ya que anteriormente no existía esta cofradía.El gremio de las artes blancas se hizo cargo del mismo. Los dueños de la fábrica de harinas “La Gracia”, Paco y Amado Jiménez Rodríguez, les retenían a los panaderos cinco pesetas por cada saco de harina para costear el importe del “Paso”. Allí vi a Emilio Ruiz “el de la Panificadora” y a su hermano Santiago, a Antonio Castillo “El Paisa”, a mi suegro Juan Martínez “Juanico el de la Angeles”, a Juan Fernández “Peluca”, a José López “Pepe el de la Pura”, a Paco Arteaga, a Manuel Mas Ibáñez, a Antonio Marín, a Miguel Gambín, y un largo etc., destacando a Valero “El Ferretero”.El paso de “Los Azotes”, obra de Fernández Andes, desfiló por primera vez en el año 1.949, relanzada la hermandad por el industrial José Iniesta López” “Rosigón”, con sus túnicas de cola y su singular trono realizado por los hermanos Martínez Llavador “Los Juanillos”, copia fiel del diseñado en el siglo anterior por Don Justo Millán Espinosa. Junto a José Iniesta recuerdo a su primo el abogado-procurador Manuel Espinosa López, a Juan Fajardo Egea “Peteneras”, a Paco Molina, a Rafael “Coscote”, a Eladio Roche “El Ruso”, mancebo de farmacia “Palacios” y una interminables filas de nazarenos, en su mayoría trabajadores del esparto.La imagen de Jesús de Medinaceli la adquirió en Madrid, en el año 1.944, Don José Alemán Muñoz, Cura Rector de San Roque, organizando inmediatamente su cofradía con Rafael Tomás Gallar como Hermano Mayor, haciéndose cargo años después el gremio de la madera. En el año 1.952 se hace cargo de la parroquia de San Roque Don Nicasio Navajas López. Aquí vimos a Leandro Sánchez Godínez, que abandonó su profesión de Procurador al llevar a efecto un lanzamiento judicial por falta de pago, a Juan Manuel Precioso, a los hermanos Jesús y Fructuoso Moreno, a Ramiro Hernández –mancebo de farmacia y luego en el almacén de específicos-. Esta cofradía desfiló varios años con el paso de Jesús del Gran Poder.Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Coullaut Valera, llegó a Hellín en el año 1.945, costeada por el ilustre abogado Don Jacobo Serra Martínez, quien sufragó todos los gastos para que pudiera desfilar, como fueron la hechura de nueva túnica, el trono realizado por el artista hellinero Rafael Millán Alvarez, las túnicas para los hermanos y el acompañamiento por las más famosas bandas de música.El anterior paso de Jesús Nazareno ya estaba vinculado a la familia Serra, igual que la familia de los “Periche” también lo estaban desde varias generaciones. A don Jacobo lo acompañó siempre Manuel López “Periche”, secundado por Antonio Hernández “El Malagueño”, Ramiro Vela, Juan Antonio Serrano “Pospós”, Joaquín Jiménez “Chafarote”, José Martínez Espallargas “Chilique”, Antonio Muñoz Oliver “El Leznas” –jefe de los Danzantes de Isso-.La hermandad de San Juan Evangelista, en su nueva etapa de la postguerra, siempre estuvo vinculada con los jóvenes de Acción Católica. En el año 1.939 se encargó la nueva imagen al escultor José Díez, que estuvo desfilando hasta que en 1.960 realizó la otra imagen nuestro José Zamorano. Antonio Millán Pallares fue el gran impulsor de la hermandad en sus épocas de penurias, que han sido muchas. Entre los fundadores encontramos a José Pérez Cantos, Pedro Blázquez Giner, Vicente Picornell, Agustín Olmo, Antonio Molina, a los que seguían Pascual Roldán, Gervasio Gómez, y su hermano Lorenzo, Antonio Bueno, Manolo Serrano, Miguel López, Enrique Arroyo Serrano… Tuve la suerte de ver desfilar con su “Carrico de San Juan” al famoso e impecable “Juan el de la Amor”.La imagen de la Verónica, obra de Fernández Andes, en 1.949, llega a Hellín bajo el patrocinio de Doña Pilar Velasco Ortuño, viuda de Don Juan Martínez Parras, vinculada ya a la hermandad antes de la guerra civil. Tiene la banda de cornetas y tambores más antigua de Hellín, acompañando también a otros “pasos”, al no desfilar su titular.Los hijos de Doña Pilar, Juan y Elías Martínez Velasco, eran acompañados en las procesiones por Justo Vela y sus hijos, así como su yerno Ramón Morcillo “Pitoto”, sin olvidar a Paco “Panizo”, a Manolo “Mochila” o a Guillermo Mascuñán.Santa María Magdalena se le encarga a Coullaut Valera en el año 1.944 por el hellinero Juan Antonio Molina Hernández “El Chico Señores”, quien se hace cargo de la hermandad, continuando después su familia como protectores de la misma. Nota típica de esta cofradía era el de acompañar a su titular una famosa banda militar de cornetas y tambores. Artífices del funcionamiento de la hermandad eran el “Barbero Morales”, Miguel Vela “Gavilla”, Pepe Molina, Paco Martínez Guirao, y de chiquillos Juan Antonio Bleda y Emilio Sánchez “Cayuelas”.La hermandad de “Los Excautivos”, fundada al finalizar la guerra civil, sólo sale en Viernes Santo. En la procesión del Calvario desfila con un Cristo Crucificado, realizado en 1.942 por Gutiérrez de la Vega. Este Cristo tiene los ojos abiertos, lo que indica que aún está con vida, por este motivo va delante del Crucificado de “los Gorrinicos", que ya está muerto. En la procesión del Entierro, con el Paso de la Virgen de las Angustias, que tiene un Yacente a sus pies, obra de Víctor de los Ríos, de puro estilo castellano.Solían desfilar con prestigiosas bandas de música, como eran la de la Guardia Civil y la de la Academia General del Aire.Formaban la cofradía Antonio Preciado y su hijo Tomás, Agustín Fernández, Manuel Mas “El Duende”, Angel Valverde, Antonio Buendía, Alejandro Arroyo, Miguel Yago, Pedro Ródenas Córcoles...La hermandad de San Antón, conocida por “Los Gorrinicos”, era la más antigua de las pasionarias. Comenzaron a reorganizarse al finalizar la contienda española, integrándose en la misma gran número de alpargateros, con reuniones muy frecuentes en la casa de los pescateros “Los Floros” (Ismael y Juan Tomás Palazón), en la calle Benito Toboso, haciendo esquina con la de Roche. A los ya citados, hay que incrementar a Manuel Mas Valverde “El Duende” y también conocido por “El Cacharrero”, a Manuel Tomás “El Rasmao”, a Roque López, a los hermanos Félix y Colón Marín Moreno, al “Carpanta”, a los hermanos Sáez Miravete, Ramón y Antonio “San Antón”, Manolo Mínguez, y un largo etc.Sus imágenes: Cristo de la Sangre y Virgen de las Penas, son obras del maestro José Zamorano.La hermandad de la “Dolorosa”, fue sin duda la que antes se movilizó para traer su nueva imagen, obra de Coullaut Valera, que ya salió en el año 1.940.En su primera subida al Calvario, en aquel Viernes Santo, siendo un chiquillo, vestí por primera vez la túnica de la hermandad y acompañé a la Virgen Dolorosa durante toda la procesión. Escuché el célebre “Motete” cantado por mi abuelo y los componentes de “La Capilla”: Antonio Arcas y su padre, el maestro impresor Enrique Torres, el célebre “Picatoste o Medio kilo”, Alcántara –con su enorme bigote-, Emilio Martínez –cuñado del maestro “Ochando”- … Era acompañada por la Banda de Almansa, cuyo director –José Faus Rodríguez- le dedicó la marcha titulada “La Dolorosa de Hellín”. La relación de nombres vinculados a la hermandad sería interminable. Desde Manuel Navarro, Mariano Tomás “Campaña”, Gonzalo González, Quivián Valenciano, mi chache Mateo Martínez, Juanico “El Marmán”, Juan Sánchez “Braguillas”, Paco Martínez “El Zorro”, Mariano Andujar “Mamanzos y sus primos, Justo y Pepe Izquierdo, Manolico “Ismael”, el maestro Victoriano –barbero de la Portalí”-, Joaquín “Romana”, Fernando García “Fernandico”, Víctor Tomás “Borrascas”, Ginés Valcárcel, Rafael Valcárcel “El Filipino”. El Cristo Yacente, de Mariano Benlliure, es la joya de la imaginería hellinera posterior a la guerra civil, data del año 1.942. El principal motor de la hermandad fue Vicente Garaulet Sequero, con la colaboración de gran parte de hellineros, en especial las familias Jiménez Rodríguez, Fernández Guirado, García Cano, Tomás Precioso, Navarro Valcárcel, Lencina Lencina, Millán Villote… Desfilaba escoltado por números de la Guardia Civil y acompañado por gran cantidad de penitentes con velas encendidas.La Virgen de la Soledad es la única de las antiguas imágenes, que a lo largo de los años sufrió varias transformaciones, siendo Dolorosa y Verónica.En la noche del Viernes Santo era cuando únicamente se le podía contemplar, ya que durante todo el año estaba guardada en el domicilio de Ramiro Marín Valcárcel, junto a la iglesia de la Asunción. Durante muchos años ha estado vinculada a la familia Marín, que organizaba su desfile procesional, sufragando todos los gastos. Hoy funciona como una cofradía más, con plena autonomía.
La Virgen del Dolor y el Jesús del Gran Poder, obras exquisitas de Fernández Andes, llegan a Hellín, de la mano de Antonio Millán Pallares, en el año 1.948. Vinieron para cubrir un hueco en la tarde-noche de Jueves Santo. Antonio Millán corrió con todos los gastos, tanto de las imágenes como de la organización de la cofradía. Todo era un nuevo estilo, totalmente diferente al resto de las procesiones de Hellín.En los primeros años el Jesús del Gran Poder lo sacaba la cofradía del Medinaceli, hasta que ya lo hizo la propia hermandad. En la Navidad de 1.955 el templo de los Padres Franciscanos, donde estaba depositado el Gran Poder, sufrió un pavoroso incendio, quedando la imagen ennegrecida por el humo y con serios desperfectos, siendo reparada por el Maestro Zamorano, que la limpió, y por el murciano José Noguera.Sin embargo, en el año 1.956 ocurrió una curiosa anécdota. Por disposición del Obispado de Albacete se prohibió la procesión en la tarde de Jueves Santo, fijándose su celebración para la tarde de Sábado Santo. Dicha disposición no fue bien acogida en Hellín y Antonio Millán, de acuerdo con los cofrades, decidió suprimir la Procesión del Silencio. La imagen de la Virgen del Dolor se colocó en su trono y estuvo expuesta para ser visitada y venerada por cuantos lo desearon.Colaboradores entusiastas fueron Gervasio García Llamas, Angel Lacuesta, Antonio Sorio “El Talabartero”, Eloy López, Ricardo Muñoz Picornell “Viñas el Relojero”, Pedro García Torres “Perico Cagueta”, Antonio García Gil “El de la Elisa” y el “nazareno múltiple” Juanito S. Quesada…El Sábado Santo se celebraba el Sermón de las Siete Palabras con gran afluencia de fieles.Y llegamos al Domingo de Resurrección, con ese precioso grupo escultórico de Coullaut Valera que cierra nuestra Semana Santa desde el año 1.949.Hace unos días, Cristóbal Espinosa Griñán, el del estanco “de la Teresica”, me recordaba cómo nació la hermandad de Resucitado, aportando cada uno “cien pesetas”. Fue una labor de titanes, capitaneados por Rafael Martínez “Rumbica”, junto a Juan Oñate “El Pollico”, los hermanos Zafrilla (Luis y Paco), Pepe Perea, Antonio López “El Pollete”, Antonio Esparcia, Víctor García Rubio, Aurelio Torres “El de las gaseosas”, Cristóbal Ruiz “Zapatotis”, Rafael Jávega “El Soto” y mi chache Francisco “Castillo”, recientemente fallecido.El desfile de “Los Romanos” era tradicional desde el primer año.Quiero hacer una mención especial a un hellinero, fallecido recientemente, que colaboró con entusiasmo y gran acierto con nuestra Semana Santa. Don Juan Andujar Balsalobre, con su gracejo y excelente pluma, cantó como pocos a Hellín y a todas sus cosas.Como muestra de su colaboración, transcribo su “Presentación del Cuadro Artístico del Resucitado”, que tuve el honor de leer en el Teatro Español, en la noche del 12 de Marzo de 1.955.Bajo la dirección artística de Hilario Tomás Arteaga “Piti”, se representó la obra “Mosquita en Palacio”, de Adolfo Torrado.Decía así nuestro querido Juan Andujar:
En la “procesión del arte”que se organizó este año,les tocó desfilar hoya los del Resucitado…Y aquí estamos ante ustedeslos componentes del Cuadro…esperando suene el timbrepara comenzar el acto…Van a oír interpretaruna obra de Torrado…llena de gracia, ternura,y giros inesperados…Nosotros, pondremos todos,nuestra atención y entusiasmo,para que salgan de aquícontentos, no defraudados.Aunque hay muchos personajesa todos voy a nombrarlosporque todos se merecenque les sean presentados.Maruja Tomás Tomás,nuestra Mosquita en Palacio,es una llamita de artey el orgullo del reparto…Y tiene tanto cariñoa la Hermandad y a su “paso”que, hasta el luto riguroso,un momento se ha quitado…Sole Martínez Garcíabella Duquesa en Palacio,toda gracia y simpatía,maravilla su trabajo…Sagrario, Puri, Angelita,Pepita Izquierdo Navarro,Gloria, Pepi, Marujitay Anita… forman un ramode rositas hellinerascon aroma y con encanto, ilusión de juventud,llena de amor y entusiasmo…Nada descubre Cristóbalporque es actor consagrado…
Hipólito vive en élsu papel más esmerado…El “joven” Víctor Manuel,una vez autorizadopor su señora y familia,a las tablas ha saltado…pero no es un espontáneoes, artista comprobado…Quiero detenerme “más”con este Francisco, o Paco,que hace muy bien el Damiány maravilla en Fernando…Salado como “sardina”natural en su trabajo,en el primer acto muertoy después… “resucitado”.Emiliano, Enrique, Alfredo,son. con Rafael Zamorano,cuatro discretos actoresen papeles acertados…Y Francisco, José y Poli,ponen final al reparto,con todo el merecimientode su papel secundario…También para el asesor,nuestro buen amigo Hilario,sincero agradecimientopor su ayuda, que estimamos…Y a los mandos directivspor la sala camuflados,Oñate, Paco Zafrilla, ydemás buenos hermanos,expresamos nuestro afectoen un cariñoso abrazo…Ellos son Semana Santacon su ejemplar entusiasmo, por su cariño hacia Hellín,por su proceder cristiano.Que la Virgen, la Patronala que mora en el Rosario,os llene de bendicionesy a nosotros, dé la mano…
Así se cerraba aquella velada teatral de hace cincuenta y un años y así recuerdo a los que vivieron aquellas Semanas Santas.
1.-Fotografías: Colección Lencina Ruiz






ver:

jueves, 2 de abril de 2009

La Cofradía de Nuestra Señora del Dolor ,Nuestro Padre Jesus de la Misericordia y Cristo del Gran Poder surgen en 1948



La cofradía de Nuestra Señora del Dolor, Nuestro Padre Jesús de La Misericordia y Cristo del Gran Poder.
Surge tras la guerra civil, concretamente en 1948, aunque sin mucho éxito. Realmente en 1951 es cuando se organiza con cierta fuerza, impulsada por Don Antonio Millán Pallarés, que tenía en ese momento suficiente fuerza para atraerse a muchas personas que trabajaron para la misma.
La primera misión fue, la de dotara nuestra Semana Santa de un día más de celebraciones y cultos pasionales que engrandecieran la misma, téngase en cuenta que después de la guerra civil uno de los principales actos que se celebraban esos días consistían en la visita a los Monumentos que se instalaban en las distintas iglesias y lugares de culto, y con su decadencia se pensó en celebrar la Procesión del Silencio.
La primera directiva estaba gestionada por D. Antonio Millán Pallarés, en 1953 se sabe que el Hermano Mayor de la misma fue don Gervasio García Llamas.
En 1990 se legaliza a nivel gubernamental con el nombre de la Cofradía del Dolor, Nuestro Padre de la Misericordia y Cristo del Gran Poder.
La túnica que viste es de terciopelo azul celeste, capuz de raso blanco y sandalias negras, con guantes y calcetines blancos, se acompaña de grandes cirios. Tiene tres imágenes, La Virgen del dolor obra del magistral Fernández Andes; el Cristo del Gran Poder talla del mismo autor que se ha vuelto a incorporar de nuevo en los desfiles procesionales en 1983 y el Cristo de la Misericordia que se realizó en 1962 encargado al escultor local José Zamorano.
Es característico de esta Hermandad el Trono de Nuestra Señora del Dolor, cuya forma es muy similar a la “Macarena” de Sevilla.
Procesiones: Domingo de Ramos: Traslado del Cristo del Gran Poder. - Jueves Santo: Procesión del Silencio